Blaze of Glory (Libro 1) [Eldarya]

Capítulo 16: "Los planes del mañana"

En el interior del bosque en aquel lago que una vez fue su prisión, se encontraba aquel upier mirando hacia la lejanía en aquella isla que tan bien conocía. Por otra parte, sonreía para sí mismo, las noticias de aquel empusa le habían entregado en aquella carta eran alentadoras, tenía a su hija encarcelada junto al hijo de aquel médico, y, sobre todo, traía a carne fresca... y se preguntaba para si mismo, ¿Sería eso suficiente para atraer a su adorado hijo? Y se reía para sí mismo, era demasiado obvio lo que ocurriría, Stefan vendría a rescatar a su linda hermanita, y seguramente, vendría con él su libertad.

—Señor, ¿me buscaba? —, el aludido no se inmutó al ser llamado, y girando su vista, apretando aquel bastón que llevaba siempre con él, suspiró

—Necesito que prepares una carta que necesito enviarle a mi hijo—, comentó él sin desviar su mirada del reflejo de la luna en el agua—, una carta que deberá ser entregada antes del 31 de octubre, ¿me entiendes?

—Sí, señor... pero... ¿Qué desea en esa carta?

—He de decirle que tengo en mi poder a alguien de su interés...—, comentó aquel vampiro con una gran sonrisa macabra en su rostro, sus ojos heterocromáticos brillaban por la expectación—, que, si quiere salvarla, deberá venir a por ella... y si quiere que ella viva... que venga solo...

—Pero señor... entiendo que usted quiera liberarse, pero... ¿no será mejor negociar aquello? —, preguntó aquel mantícora, dando un respingo cuando vio que aquel upier golpeó su bastón en el suelo

—Si hago eso, es exactamente lo que no voy a lograr—, comentó Marek molesto, con el ceño fruncido—, Stefan es alguien astuto e inteligente, lo demostró cuando me encontró hace unos meses al rescatar a Neil... y gracias a eso, descubrí que no necesito matar a los recipientes de las llaves de mi cárcel...

—¿Cómo dice, señor?

—Neil era una de mis llaves y su sangre que cayó al suelo de mi territorio, hizo que el hechizo se debilitara y gracias a eso... sé muy bien quien es la otra llave—, comentó aquel upier con una sonrisa divertida—, y esa persona... vendrá con mi hijo, tenlo por seguro...

Aquella mantícora no dijo nada, se quedó en silencio al escuchar aquel vampiro decir esas palabras, él realmente no entendía nada de lo que él le decía, pero realmente temía lo que podría pasar cuando ese vampiro pudiera salir de aquel bosque, él que era un burro, se daba cuenta de que ese upier, era una bestia encarcelada, privada de su alimento y ya no le bastaba las pequeñas raciones que consumía de la gente que se perdía en el bosque y llegaba, misteriosamente a este campamento.

Por otro lado, en la lejanía llegaba otro mensajero, otro druida con un bastón en mano se acercaba a aquel upier al ver que aquel mantícora se marchaba hacia el campamento donde su esposa estaba siendo tratada por aquel médico.

—Creí ser específico cuando asesiné al último druida que vino a este lugar...—, respondió Marek en ese instante, a lo que ocasionó que aquel druida riera por lo bajo—, ¿Qué le parece divertido?

—Mi antiguo camarada había perdido el rumbo, nuestro señor nos dijo que viniera a apoyarle para que saliera de esta prisión que tanto tiempo ha estado—, comentó aquel dando una reverencia—, y a diferencia del antiguo, yo me sé comportar—, señaló aquella mujer dando una reverencia al desvelar su rostro debajo de la capucha, era una bella mujer, con una gran cicatriz en el rostro.

—¿En serio dices eso con esa herida en tu rostro?

—Oh... esto fue al intentar resucitar a mi amo—, comentó ella con una gran sonrisa en su rostro—, mi marido dio su vida y en la explosión esto pasó, por lo que mi amo, me mandó a ver como estaban las cosas aquí... dado que el mensajero no volvió...