Blaze of Glory (Libro 1) [Eldarya]

Capítulo 18: "Ese no es mi nombre...".

Al ingresar a la mansión, aquellos lycan se sorprendieron en el acto, tras unos segundos se maravillaron lo que en poco tiempo habían logrado hacer, aquel rougaru entregó aquella botella de licor a una joven que se la aceptó y llevó hacia el interior, mientras su esposa caminaba mirando los arreglos florales con una sonrisa en su rostro, mientras que Brina miraba todo sintiéndose fuera de lugar, frente a eso, Chandler se acercó donde ella y suspirando, exclamó:

—¿Sucede algo, señorita De Genova?

—Oh, señor, no quería preocuparle...—, respondió ella con cierta incomodidad, abrazándose a sí misma—, solo que... ¿Está bien que estemos aquí...?

—Si no llamamos la atención y no hacemos ningún escándalo, está bien—, respondió aquel tratando de calmarla, sin embargo, su respuesta pareció angustiarle más y él, lamentando aquello, añadió—, no te preocupes tanto, Brina... si te preocupa como te ves, te ves bien y si alguien te provoca, no dudes en venir a mi...

—¿Qué? Pero eso no es...—, respondió Brina abrió los ojos al ver como él se alejaba sin dejarle terminar, estaba confundida respecto a lo que había pasado y sintió una mirada en su nuca, girándose, vio a Soleil mirándole fijamente, y tras unos segundos aquella mujer loba se le acercó dándole una leve sonrisa.

—Chandler debe estar cercano a ti debido a que recordó quizás cuando era pequeño y jugaba con una pequeña hermana de Anette—, comentó Soleil en el acto, haciendo que Brina se sintiera sobresaltada, mirando con sorpresa hacia Chandler—, y dado a tu reacción, asumo que eras tu esa chica...—, la aludida bajó su mirada algo avergonzada, no sabía cómo pudo olvidarlo, pero se sintió calmada cuando aquella lycan le tomó del brazo—, me alegro ver a Chandler bajar la guardia contigo, hace tiempo que no le veía así...

—Soleil, no es así, él sigue siendo un...

—Buen hombre que siempre apoyará a su manada—, comentó ella con un gran suspiro—, tu ya formas parte de su manada, por eso está tan protector contigo, pero como eso pasa, tu también tienes una responsabilidad, ¿Tu lo protegerás también?

—Pero qué dices...—, comentó Brina frunciendo el ceño frente a esa pregunta—, Puede que esté aquí para volver a estar con mi hija, pero ¡No dejaré que nada malo le pase a Chandler y ni siquiera a ti! ¡No me lo perdonaría nunca! ¡Es la familia del amor de la vida de mi adorada hermana! —, comentó ella con una gran energía, haciendo a todos sobresaltarse y tras ese abrupto, se marchó hacia la piscina excusándose que tomaría aire fresco, tras eso Soleil sonrió complacida tras eso, aliviada miró hacia su izquierda viendo como su marido la miraba extrañado y ella, tocando su pecho que dolía, es que ella suspiró.

—Cuando yo no esté...—, comentó aquella lycan en un susurro, y cerrando los ojos, sintiendo las lágrimas caer, tocando aquel papel que tenía dentro de su cartera, aquel diagnóstico que solo su hija sabía—, al menos sabré que cuidarán de mi familia...—, comentó ella con cierto alivio y mirando nuevamente a su marido, con esa misma sonrisa se acercó a él, ahora se preguntaba... ¿Cómo le diría a él? ¿Cómo le diría que una enfermedad tan extraña como la que tenía se la estaba llevando? ¿Cómo decirle que aquel viaje inter-dimensional le aceleró el proceso degenerativo sin que él se sintiera culpable?

Por otro lado, Chandler miraba aquel encuentro entre Soleil y Brina, unió sus labios en una fina línea, algo en Soleil le estaba molestando, sobre todo, su actitud en esos últimos tiempos, parecía más retraída como si algo le ocultara y lo peor de todo, que parecía que su hija también sabía aquello y no podía saber que era exactamente la mentira que le escondían, sin embargo, suspiró, confiaba que eventualmente la verdad llegaría, sin embargo, no podía seguir con una relación así, después de todo, las mentiras no son más que sustancias que apagan el amor en una relación y él lo sabía muy bien, después de todo, eso es lo que destruyó el matrimonio de su sobrino Jean.