La muñeca

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No suelo ser muy apegada a la familia de mi madre, y mucho menos a mi abuela, ya que tiene la mala fama de ser una gitana.

soy escéptica en ese tipo de temas relacionado a la magia... pero al morir mi abuela fue obligada a ir a su velorio... 

Me sorprendió cuando escuche decir que ella dejo una pequeña herencia para mi.

Algo temblorosa y apenada me acerque hacia uno de mis tíos, este estiro su mano y me dio la muñeca favorita.

Me sentí mal  por un momento, como podía dejarme una herencia si nunca me preocupe por venir a verla.

Tome la muñeca con ambas manos y al verla, tenia un cierto parecido a mi, pero lo único que nos diferenciaba era la ropa colorida que llevaba, tenia un parecido a  las muñecas rusas. 

Me pareció agradable de su parte, con esta herencia sabia que ella no me guardaba rencor. Al acabar el velorio, mis familiares me miraban con terror, no les tome importancia.

Al llegar a casa puse la pequeña muñeca  sobre mi cómoda. Una mañana como cualquier otra  volví a mi habitación después de las clases de universidad, pero me pareció raro no encontrar a la muñeca en sobre mi cómoda, los días pasaron y empecé a encontrarla debajo de mi cama y a mi cachorro empecé  a encontrarlo encerrado encerrado en el baño.

Una tarde regrese temprano a mi cuarto la cual se encontraba dentro del campo universitario, tome la portátil lista para empezar con mis tareas, pero la luz del baño estaba parpadeando, era raro ya que nunca antes lo había hecho. 

Mi mirada se quedo pegada por un par de segundos, pero sin previo aviso vi como una cara de una niña pálida me estaba mirando fijamente, agarre a mi cachorro y salí despavorida por el pasillo.

 Al cabo de un rato volví con mi mejor amigo, el entro a mi habitación y fue de frente al baño, el solo saco de ahí la muñeca la cual se veía en el rostro con una sonrisa macabra.

Cortos de terrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora