CAPITULO DOS

58 4 0
                                    

2-. 𝗛𝗨𝗜𝗥 𝗘𝗡 𝗠𝗜 𝗔𝗨𝗧𝗢

 𝗛𝗨𝗜𝗥 𝗘𝗡 𝗠𝗜 𝗔𝗨𝗧𝗢

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Rick y el andrajoso habían regresado, todos se acercaron, yo solo mire de lejos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





Rick y el andrajoso habían regresado, todos se acercaron, yo solo mire de lejos.

La mayor parte de lo que hablaron fueron como murmullos para mi, a excepción de lo último que dijo la mujer de pelo corto, ya que grito.

—¿Como pudiste dejarla ahí sola?— Le reclamaba, me acerqué un poco, creí que esta parte también me competía.

—Esos caminante estaban muy cerca, eran seis— se agachó a su altura— Tenía que alejarlos, así la pude salvar.

—No tenía opción, Carol— defendió shane a rick.

—¿Cómo se supone que encontraría el camino de regreso sola? Es una niña, solo una niña.—carol, se le acercó hasta tenerlo cara a cara.

—No tenía opción.— repitió rick

—La tenías— sollozaba carol— la muchacha, ella le sugirió que se quedara ¿cierto? ¿Ella le dijo que volverían? ¿Por qué no tomaste esa opción?

Me aleje un poco más y dejé de escuchar.

Era incómodo para mi ver a alguien llorar. Creí mi empatía se había ido al tacho, pero al parecer no, porque aún tenía ganas de llorar junto a ella.

Rick también se alejó y caminé tras él.

le grite— yo tampoco le hubiera hecho caso a la idea de una extraña.

—Sigue siendo mi culpa— atajó, jamás creí escuchar algo así.

La mayoría de hombres que había conocido habían sido patanes, ebrios, infieles, que nunca decían lo que sentían o aceptaban la culpa. Menos Blas, él era diferente.

THE ULTIMATE HOPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora