2-¿Pasaporte?

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ASHER.

Febrero 17,2021

-¿Entonces la pizza es mejor que la hamburguesa?

-A Margaret le gusta la pizza?

-A ella le gusta la hamburguesa, ¡Ya te lo dije!

-Creo que es la pregunta equivocada, es algo más como, ¿Qué población prefiere la pizza que la hamburguesa?

-Es al revés!!

Ahí me encontraba, en la quinta hora de clases viendo cómo los de delante discutían por el ejercicio planteado por el profesor sustituto, realmente era algo básico para alguien que tuvo una buena enseñanza en casa.

Así que, ¿Por qué no pedir el pase para enfermería?, primero pensé en ir solo al baño, pero no podría tardar mas de quince minutos, en cambio que, estar enfermo con suerte me tomaría el resto de clase, claro; sin perderme el descanso.

Decidido, me dirigí al frente y tuve una corta charla con el maestro, tomé el pasaporte y caminé victorioso hacia la enfermería.

Pero retrocedí y opté por esconderme cuándo vi a la chica apodada en mi salón cómo "ojitos bonitos", mientras especulaba en mi cabeza sobre el por qué se encontraba en esta torre .Sin más opciones  tomé valor y salí de mi escondite. Pero todo a mi alrededor paró sin aviso previo al chocar con la mirada electrizante, profunda , sincera, y genuina de la chica; no sé cuánto tiempo estuvimos mirándonos el uno al otro. Aunque el gran momento se rompió cuándo a mi lado pasó uno de mis maestros, entonces dirigí mi mirada hacia la del Señor Martínez, no sin antes dar un último vistazo a ojitos bonitos, para que luego de eso. Ella siguiera su camino y yo, por mi parte entablaría una conversación con el profesor para perder tiempo.

Después de una conversación extensa, me dirigí hacia las escaleras; faltaban dos pisos más, luego uno. Pero cómo saben, las cosas no salen cómo quisiéramos todo el tiempo. Por purísima casualidad una chica, <<que, por cierto se insinuaba en cada oportunidad que tenía>> chocó los libros que traía consigo contra mi nariz, ¡oh, pero claro que tendría una excusa más verídica para ir a enfermería!, pero claro tenía que apresurarme; puesto que el efecto pasaría en menos de dos o quizá, tres minutos.

No dije nada, y me dirigí hacia la enfermería rápidamente, pero Samantha (la chica chocalibros), se apresuró a tomarme del brazo y dirigirme mucho más cerca que ella, preguntó si podía recompensarme su torpeza ,y gentilmente pero agotado de que tuviese una excusa para hablarme le negué rotundamente...

En enfermería, quise dormir pero me fue imposible al notar que la enfermera, para ese entonces llamada Coney me tomó como consejero de vida y su amigo de paso, referí mis palabras con escrupulación y bien elegidas hacia ella, y al parecer funcionó porque cómo compensación me dio la clave del internet,<<agradezco por eso, Coney>>.

Finalmente, subí a mi aula y pasé por el pasillo en el que vi a la chica;cuándo noté, qué en el lugar en el que me habia escondido estaba el pasaporte que llevaba consigo ojitos bonitos. ¿Una casualidad más?, aún no sé que fue.

Me apresuré a tomarlo y a llevarlo conmigo para "devolverlo", a la maestra a quién pertenecía este. Después de una ardua búsqueda de salón, por salón. Finalmente di con el de la chica, quiero decir, la maestra Karina, entré a su salón, entregué el pasaporte. Entablé una conversación con su grupo y para al cabo de diez minutos la chica se animó a hacer parte del circulo, en el que participar con su presencia fue suficiente para que mis palabras y confianza se fuesen al piso.

-"¿No es mejor la genuinidad cristalizada que las palabras?"-Asher

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