Capitulo 2

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Notas mias: Esto ocurre antes de que Severus y Tom tengan su primogénito. Espero que lo disfruten 😊

Vendetta
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1980

"El único con poder para derrotar al Señor Tenebroso se acerca..., Nacido de los que lo han desafiado tres veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes... Y el Señor Tenebroso lo señalará como su igual, pero él tendrá un poder que el Señor Tenebroso no conoce... Y uno de los dos deberá morir a manos del otro, pues ninguno de los dos podrá vivir mientras siga el otro con vida... El único con poder para derrotar al Señor Tenebroso nacerá al concluir el séptimo mes"

Lo que le faltaba, que una profecía acerca de un mocoso viniera arruinar sus planes de conquistar al mundo mágico. Tenía conocimiento de las profecías, que sin importar cuan locas o ilógicas fueran, estás siempre se cumplían. Sintió miedo.

Tenía miedo y ese miedo, no era bueno, era una maldita piedra en el zapato dentro de sus planes.

En cuanto lo escucho por los labios de uno de su sirviente, quiso matarlo al instante, desatar toda su irá sobre aquel individuo que se atrevió a irrumpir su paz, aún cuando sabía que ese era el trabajo de ellos. Reunir información para poder ganar de una vez la guerra que se desató a causa suya.

Sus feromonas empezaron a inundar el lugar de reunión, la irá tomo el lugar del miedo, sintió su visión nublarse, su mente empezó a navegar en un mar de ideas, de soluciones sin poder entender, razonar la profecía y tomar un plan de acción. Todo parecía moverse tan rápido a su alrededor, se sintió débil, sintió caerse por un momento, su magia saliéndose de control, haciendo destrozos en las paredes como arañazos, provocando que retratos cayeran al suelo, el candelabro de cristal del techo empezará a moverse de un lado a otro, algunas velas empezaran apagarse por el viento que se arremonilaba a su alrededor. El poder de su magia y sus feromonas afectaron en gran manera al otro individuo, que cayó al suelo retorciéndose de dolor, intentando desesperadamente pronunciar un grito de ayuda, porfirando un ahogo agudo, arañando su garganta como si eso lo pudiera ayudar a respirar, a producir un ruido lo suficientemente fuerte para llamar la atención de su señor y hacerlo consciente de su presente.

Algo le pasaba a su señor, todos lo sabían, últimamente parecía perder los estribos con mayor facilidad y eso aveces los asustaba pero podían entender el peso que cargaba en sus hombros para ganar la guerra, para llegar al poder y de una vez, volver a los tiempos de gloria que hubo una vez entre los magos, sin miedo, sin temor a nada ni a nadie.

Severus se encontraba en su laboratorio personal, creando nuevas pociones, investigando nuevos hallazgos para darle otros usos a las diferentes plantas mágicas o creando nuevos hechizos. Nunca se podía decir con certeza que planes corrían en la mente del pocionista más joven de la época.

Actualmente se encontraba trabajando con sumo cuidado la poción matalobos, mejorando la receta a su gusto. Meses atrás, una manada de hombre lobos, dirigida por Fenir Greyback había llegado ante la presencia de su alfa, presentando respetos y buenos deseos hacia su causa, deseando unirse a su ejército. En algún lado, había surgido el rumor de que Tom no solo quería volver a la gloria del mundo mágico sino también ayudar a las criaturas mágicas, aunque eso fuera realmente un rumor, eso hizo crecer aún más su ejército y la verdad es que a Severus le pareció interesante, una propuesta bastante interesante, así que en una de sus reuniones a solas que ellos tenían constantemente al consultarse el uno al otro distintos planes para reforzar las debilidades que esté podría tener, el Omega lo menciono el hecho de poder hacer realidad aquello.

Cayendo en las manos del enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora