Cala Maria: Hermana, entiende. Yo no tengo dinero para estar a cada rato pagando todas tus demandas que la isla tiene contra ti.
Amelia: ¡Pero te alcanza para un sirviente!
Mugman: Ya le dije que no soy un sirviente, soy el esposo de Cala.
Amelia: Cala, dile a la servidumbre que no me hable.