Capítulo cinco: Lo que ya no está

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- ¿Estás bien? - pregunto Dani al verla llegar, los ojos de la chica estaban rojos y su semblante era diferente.

- Si, estoy bien - respondió forzando una sonrisa - Estaba en el club de teatro, hice una escena donde tenía que llorar - explico para no preocupar a su hermano.

- ¿Vas a regresar? - volvió a preguntar el pequeño niño bastante emocionado.

- Si, vámonos - ambos se tomaron de las manos y caminaron de vuelta a la escuela.

A medida que se acercaban Lyra pedía internamente no volver a toparse con Fred, sin embargo al llegar a la entrada  se topo frente a frente con Nic, Fin y Fred. Para su agrado los tres pasaron de largo y Dani solo saludo con la mano al chico de tez negra.

Cada uno siguió su camino sin emitir palabra alguna. Lyra entro con su hermano y su ensayo continuo, Dani s quedó en el escritorio de la profesora haciendo tarea mientras que Lyra practicaba sus escenas.

Al terminar ambos salieron y caminaron directo a casa, al llegar se toparon a Fin en el jardín jugando con un balón de básquetbol y un aro que estaba fijo en la puerta de la cochera de su casa. Lyra y el se miraron de reojo para que después el chico entrara a la casa sin volver a mirarla, Lyra alargó un suspiro y después entro ayudando a Dani con sus cosas.

La tarde siguió con normalidad, Dani se durmió como siempre luego de comer, así que Lyra salió a la azotea, en esta aún estaba el tripié fijo del telescopio, lleno de polvo y un poco de óxido por estar al intemperie. Paso sus dedos por el metal frío y al mirarlos se mostraba una capa grisasea de polvo con restos cafés del mismo oxido.

- ¿Por qué se tuvo que complicar todo? - se pregunto a si misma en un susurro - ¿Por qué te fuiste antes de poder arreglar esto? - sus ojos se empezaron a llegar de lágrimas a la par que se formaba un nudo en su garganta - ¿Que hago yo...? - finalmente no aguanto más y las lágrimas empezaron a brotar - ¿Quieres decirme por qué aún me duele lo que pasó entre nosotros? ¿Cómo puedo dejar de sentir esto? ¿Por qué el dolor no se fue cuando tú lo hiciste?.

Su llanto se volvió más intenso, sus rodillas se doblaron y calló al suelo, con la espalda recargada en la baranda de su azotea, con sus brazos rodeo sus piernas hundiendo su cabeza en el pequeño espacio que dejo su pecho y sus piernas, sin dejar de llorar hasta que se quedó dormida.

.......

- Ven Lyri - la llamo Fred, ambos se encontraban en el patio de una escuela, en las canchas dobles que servían para jugar fútbol y básquetbol.

- Yo no sé - replicó la chica poniéndose de pie.

- Es fácil, solo necesitas práctica - Fred le sonrió cálidamente mientras le daba el balón - Si anotas por lo menos una canasta te compro un helado de vainilla.

- Bueno - y así de fácil Lyra cambio de opinión, al tercer tiro el balón golpeó el lateral del aro, haciendo que esté rebotara y casi golpeara el rostro del chico. 

- Adiós al helado - musitó Fred  mientras recogía el balón.

- Freddy - se quejo Lyra siguiendo al más alto.

....

- Lyra - la voz de su madre la despertó, suspiro y sintió su aliento helado, sintió sus brazos entumecidos y sus ojos ardían - ¿Que te paso, mi amor? - pregunto su madre con notoria preocupación.

- Pelee con Fred - por fin se lo pudo decir, después de tantos años de haber callado - Entonces vine aquí, y me quedé dormida.

- ¿Quieres hablar de eso? - volvió a preguntar su madre mientras ayudaba a su hija a levantarse.

- No - fue lo único que respondió - Mejor dame un abrazo ¿Si? - su voz se volvió a quebrar lo que por instinto hizo a su madre reaccionar y abrazar a la menor.

- Espero puedan arreglar esto - fue lo único que pudo decirle - Y si necesitas hablar, puedes contar conmigo.

Ambas se separaron y entraron a la casa, toda la familia ceno tranquilamente, para después irse a dormir.

- El nuevo Fred no tiene la culpa de nada - se dijo a si misma mientras miraba el techo de su habitación - Creo que lo trate mal sin razón... ¿Será bueno que le cuente lo que pasó? - se empezó a preguntar.

Por más que lo intento no pudo dormir, su mente seguía rondando la idea de disculparse y contarle lo que pasó, si sería bueno para el y para ella, el como sería su relación después de contarle, y sobre todo pensaba en si se sentiría mejor luego de hablar todo lo que estaba guardando.

Amor en las estrellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora