capítulo 4: su casa.

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Después del concierto, llegamos a mi casa a la 1 de la madrugada, los autobuses ya no pasaban y mi madre insistió en que Alex se quedara a dormir esta noche.

Mi cama en la parte de abajo tiene una mini puerta corrediza que cuando la abrís, hay otra cama y es la que Lucas usa siempre cuando viene a dormir aquí o sus padres salen de viaje y mi madre cuida de él.

-¿Cómo ha estado el concierto, Dante?. Pregunta mi madre que estaba en el living tomando coca cola y mirando una película.

-Fue increíble, ma, estuvimos muy cerca de ellos. Contesté con voz rasposa, de tanto cantar y gritar, me he quedado sin ella.

-Estoy feliz por ti, hijo y gracias Alex por llevarlo, me tiene loca con esa banda. Dijo mi madre en modo chistosa.

-No fue nada, señora, a mi también me gusta la banda pero no tanto como Dante. Dice Alex dirigiendo su mirada hacía mi.

-Ahí tienes ropa por si quieres tomar una ducha. Dijo mi madre señalando el canasto de ropa limpia.

-No quiero molestar. Contestó Alex tímido.

-Si no eres como mi hijo, no serás una molestia. Dice mi madre burlándose de mi.

Yo hundo las cejas y le tiro una mirada fulminante y se da cuenta de ello. Alex se metió al baño para tomar una ducha y yo fui a la cocina a hacer palomitas para ver una serie con el antes de dormir.

Mi madre se acercó hacía mi mientras yo ponía el maíz y el azúcar dentro de la máquina de hacer palomitas.

-Parece agradable Alex. Comentó mi madre.

-Lo es, también es muy buen dibujante, me ha dibujado cuando estuvimos en una cafetería el otro día. Dije mientras encendía la máquina.

-Lo he visto al dibujo, te hizo con mucha luz en tu rostro y alrededor. Dijo mi madre mientras acomodaba los vasos en el mueble.

-¿En serio? No lo he notado. Contesté y saqué dos latas de gaseosa de la heladera.

-Me gusta que te relaciones con personas nuevas. Dice mi madre y emite una sonrisa de oreja a oreja.-Por cierto, no te vi nunca en pareja...

-Me voy. Digo y salgo rápido de la cocina antes de que mi madre continuara preguntandome sobre mi vida privada.

Paso por la puerta del baño para ir a mi habitación y esta misma se abre, Alex se asomaba por el costado de la puerta, se podía ver su abdomen mojado y marcado perfectamente.

-Me olvidé la toalla. Dice y señala a la misma que está colgada en un perchero sobre la pared.

Le alcanzo la toalla y vuelvo para la cocina a controlar las palomitas. Levanto mi remera para ver mi abdomen y nada, no estaba marcado como el de Alex, el tenía cuatro abdominales bien definidos y yo lo único que tenía marcado era una cicatriz que me hice a los siete años jugando arriba de un árbol.

Spoiler: me caí.

Tiro las palomitas en un balde que me traje del cine, agarré las gaseosas y me fui a la habitación. Ahí estaba Alex, sobre la cama, ya cambiado y usando su teléfono.

Dejo las cosas sobre el escritorio y agarro el control para buscar una serie en Netflix, después de estar buscando por unos minutos, decidimos en ver Dark. Ambos nos sentamos frente a la televisión mientras comíamos y tomábamos las gaseosas.

-Este tipo de series me gusta mucho, el misterio, las cosas surrealistas. Comenta Alex y le da un sorbo a la coca cola.

-Con mi madre veíamos la ley y el orden todas las noches. Dije siguiendo la conversación.

El invierno que conocí a AlexDonde viven las historias. Descúbrelo ahora