Después del concierto, llegamos a mi casa a la 1 de la madrugada, los autobuses ya no pasaban y mi madre insistió en que Alex se quedara a dormir esta noche.
Mi cama en la parte de abajo tiene una mini puerta corrediza que cuando la abrís, hay otra cama y es la que Lucas usa siempre cuando viene a dormir aquí o sus padres salen de viaje y mi madre cuida de él.
-¿Cómo ha estado el concierto, Dante?. Pregunta mi madre que estaba en el living tomando coca cola y mirando una película.
-Fue increíble, ma, estuvimos muy cerca de ellos. Contesté con voz rasposa, de tanto cantar y gritar, me he quedado sin ella.
-Estoy feliz por ti, hijo y gracias Alex por llevarlo, me tiene loca con esa banda. Dijo mi madre en modo chistosa.
-No fue nada, señora, a mi también me gusta la banda pero no tanto como Dante. Dice Alex dirigiendo su mirada hacía mi.
-Ahí tienes ropa por si quieres tomar una ducha. Dijo mi madre señalando el canasto de ropa limpia.
-No quiero molestar. Contestó Alex tímido.
-Si no eres como mi hijo, no serás una molestia. Dice mi madre burlándose de mi.
Yo hundo las cejas y le tiro una mirada fulminante y se da cuenta de ello. Alex se metió al baño para tomar una ducha y yo fui a la cocina a hacer palomitas para ver una serie con el antes de dormir.
Mi madre se acercó hacía mi mientras yo ponía el maíz y el azúcar dentro de la máquina de hacer palomitas.
-Parece agradable Alex. Comentó mi madre.
-Lo es, también es muy buen dibujante, me ha dibujado cuando estuvimos en una cafetería el otro día. Dije mientras encendía la máquina.
-Lo he visto al dibujo, te hizo con mucha luz en tu rostro y alrededor. Dijo mi madre mientras acomodaba los vasos en el mueble.
-¿En serio? No lo he notado. Contesté y saqué dos latas de gaseosa de la heladera.
-Me gusta que te relaciones con personas nuevas. Dice mi madre y emite una sonrisa de oreja a oreja.-Por cierto, no te vi nunca en pareja...
-Me voy. Digo y salgo rápido de la cocina antes de que mi madre continuara preguntandome sobre mi vida privada.
Paso por la puerta del baño para ir a mi habitación y esta misma se abre, Alex se asomaba por el costado de la puerta, se podía ver su abdomen mojado y marcado perfectamente.
-Me olvidé la toalla. Dice y señala a la misma que está colgada en un perchero sobre la pared.
Le alcanzo la toalla y vuelvo para la cocina a controlar las palomitas. Levanto mi remera para ver mi abdomen y nada, no estaba marcado como el de Alex, el tenía cuatro abdominales bien definidos y yo lo único que tenía marcado era una cicatriz que me hice a los siete años jugando arriba de un árbol.
Spoiler: me caí.
Tiro las palomitas en un balde que me traje del cine, agarré las gaseosas y me fui a la habitación. Ahí estaba Alex, sobre la cama, ya cambiado y usando su teléfono.
Dejo las cosas sobre el escritorio y agarro el control para buscar una serie en Netflix, después de estar buscando por unos minutos, decidimos en ver Dark. Ambos nos sentamos frente a la televisión mientras comíamos y tomábamos las gaseosas.
-Este tipo de series me gusta mucho, el misterio, las cosas surrealistas. Comenta Alex y le da un sorbo a la coca cola.
-Con mi madre veíamos la ley y el orden todas las noches. Dije siguiendo la conversación.
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El invierno que conocí a Alex
RomanceUna tarde de invierno logra cruzar en el mismo camino a Alex y Dante, adolescentes de la misma edad, misma escuela pero ninguno sabía de la existencia del otro hasta que por culpa de una tormenta de nieve, ambos quedan encerrados en el salón de clas...