Capitulo Cuatro

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                      El Rey y la Doncella



Iban en el carruaje rumbo al Reino Hielo y Fuego, El cenizo la miraba de reojo de vez en cuando, no podía negar que se miraba bastante elegante y con un aspecto delicado...

Quien diría que cuando la castaña abre la boca solo sabe tirar veneno contra el....


— ¿Por qué me miras tanto? — pregunto Ochaco derepente — No me digas....ya te enamoraste de mí —

Bakugo frunció el ceño....

— No seas tan ilusa Cara Redonda —

— No me digas así —

— Simplemente cuando quieres no te ves mal....solo espero que esa boca tuya llena de hiel sepa controlarse —

— Como sea....solo cumpliré con nuestro trato....Rey —

— Eso espero mocosa altanera —

— Eres un idiota —

— Y tu una bruja histérica —

— Cállate de una vez....tu voz me molesta —

— Soy el Rey....digo y hago lo que quiera —

— Si claro....recuerda que estamos a punto de salir de tus dominios —

Bakugo sonrió de forma irónica...

— Mi querida Ardilla regordeta.....Mi título de Rey pesa mucho, tanto que soy respetado en cualquier territorio —

— Yo no siento respeto por ti —

— ¿Y?....¿Piensas que voy a llorar por eso? —

— Para llorar debes tener emociones, y para tener emociones debe existir un corazón y no creo que en todo tu cuerpo exista uno, eres frío como un témpano de hielo —

— Mira quién habla de frialdad.... espero que no seas así de fría en la cama, si no será una decepción — 

La broma de mal gusto molesto de sobremanera a la castaña....

— Eres un desgraciado....No digas esas cosas tan asquerosas —

— Tu empiezas a joder con tus comentarios sarcásticos y yo soy el culpable —

Ochaco ya no supo que más decirle....solo bufó molesta y se acomodó en su asiento...

— No seguiré discutiendo con un animal como tú —

— Admite que perdiste Cara Redonda, te gusta discutir conmigo y cuando te ves contra la pared te haces la muy digna —

— Ya te lo dije....eres un Rey, no deberías expresarte de ese modo —

— Que sea un Rey no quiere decir que dejare que pasen sobre mi....eso jamás, me criaron para ser fuerte, no un débil que no sabe defenderse —

— Se supone que soy tu prometida.... Deberías tratarme mejor —

— Cuando empieces a decirme Mi Rey lo pensaré —

— Espera sentado —

Bakugo miró atravez de la ventana del carruaje, ya llevaban casi dos horas de viaje y ya iban llegando a su destino....de tanto discutir con la castaña nisiquiera sintió el paso de tiempo....

El Rey y la DoncellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora