Teach me • Minimoni/ Kookmin

1. Enseñame a reprobar

—Enserio me dan ganas de partirte la cara de ñoño que te manejas.

Jimin no le hizo caso a Jungkook mientras caminaban por el campus de la universidad. Miró el examen que tenía en su mano con tristeza. Suspiró derrotado. Se había esforzado mucho, pero al final no lo consiguió.

—Es que no te entiendo— hablo Jungkook, siendo el más indignado en la conversación—Mínimo lo dejabas en blanco y ya.

El rubio soltó un jadeo, como si no pudiera creerse sus palabras.

—Yo-yo nunca he dejado un examen sin responder—Dijo Jimin abriendo los ojos en grande.

—¿Vez?—Jungkook le arrebato la hoja, señalando con cólera las respuestas de su amigo—Tu orgullo de alumno lame culos no te deja fallar en las preguntas más difíciles, así Kim nunca será tutor.

—¿Qué quieres que haga? Se vería sospechosos si no lo resuelvo...

—¡Sacaste 15.7 maldito cabrón! Sabes lo que me cuesta pasar del mínimo aprobatorio y tu aquí con la mejor nota del salón.

Jimin se quedo en silencio, con una trompita involuntaria saliendo de sus labios. No quería admitirlo en voz alta pero su mejor amigo tenía razón.

Hace semanas, habían trasladado a su profesor de cálculo por motivos de trabajo. A Jimin  por supuesto eso no le interesó en lo más mínimo, pues sabía que su rendimiento en clase seguiría siendo el mismo.

Un alumno con calificaciones muy arriba del promedio.

Pero todo cambio cuando el reemplazo del viejo profesor fue una torre de hombros anchos, sonrisa perfecta, y cabello negro. Jimin a pesar de su imagen de chico virginal, como su amigo Jungkook se lo recordaba a menudo, nunca se vió tan en la necesidad de ser tomado por su nuevo profesor.

Todos hablaban de él. Era inevitable. Alguien tan joven enseñando, siendo inteligente y terriblemente caliente...no era una combinación que se veía todos los días. Y lo peor, era la voluntad del señor Kim de no poder decirle NO a sus alumnos. Cada vez que alguien necesitaba ayuda en el curso, se acercaba con la pinta de galán a explicarle a detalle el ejercicio. En caso de ser un alumno con un pésimo desempeño, el señor Kim se ofrecía a dar clases después del horario establecido.

Jimin jamás estuvo tan celoso de aquellos con el peor promedio. Él también quería su sesión a solas con el alto musculoso.

Jimin le arrebató las hojas de vuelta y cogio a su amigo de los hombros.

—Enséñame a reprobar.

Los ojos de borreguito y el tono de súplica  no le salvaron de la furia de su amigo.

—¿Me estás jodiendo Park Jimin? Oh ya entiendo, como yo soy el más imbecil de los dos.

—¡No!—Jimin tuvo que perseguir a su amigo, mientras este daba grandes zancadas para alejarse de él—No, no me refiero a eso. Quiero que mi examen se vea natural.

—¿Natural?—Jungkook se detuvo mirándolo con el ceño fruncido y los brazos cruzados.

Jimin negó con la cabeza. No sabía hacerse entender con claridad y no quería ofender a su amigo más de la cuenta.

—Quiero....quiero que...El profesor Kim crea que en verdad necesito ayuda con su curso.

Jungkook entrecerró los ojos, quedándose en silencio.

—No.

—¡Te ayudare en tu promedio!

—Pura mierda, a ti no te gusta enseñar.

—¿Quieres o no?—Esta vez Jimin se mostró igual de retador.

Jungkook no supo como negarse.