Capítulo 3

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—Hola, Neville.

—Annette —me saludó con la boca llena cuando me senté a su lado, en la mesa de Gryffindor.

—Tengo un hambre... ¿Qué hay para comer?

—Pues yo me estoy comiendo unas empanadas de calabaza riquísimas, pero si quieres puedes comer ese puré de berenjena tan bueno que hay por allí.

—Sí, buenísimo.

Lo odiábamos, estaba increíblemente asqueroso.

—Y por allí estaban también varias bandejas de pollo, si Ron no se lo ha zampado todo, algo podrás comer.

—Luego ya se lo pediré.

—Oye, había pensado que...

—¡Hola, chicos! —apareció Luna, interrumpiendo por completo a Neville.

—Hola, Luna. ¿Qué tal, cómo estás? —preguntó él, con una sonrisa de oreja a oreja.

—Bien, gracias Neville. ¿Habéis visto el último artículo que ha publicado el quisquilloso?

—Mmm... No, la verdad que no.

—¿Y tú, Annette?

—Yo...—dudé— Es que no acostumbro a leer esa revista.

—¿Por qué? —preguntó curiosa.

—Mis padres, que no me dejan.

—Pues es una lástima, porque es muy interesante. Tú no te preocupes, pediré a mi padre que me envíe una revista de más todas las semanas para que puedas leerlo.

—Muchas gracias, Luna, pero... No hace falta.

—Tus padres no son problema, no están aquí.

—Sí, lo sé, pero...

—Eh, chicos —Ginny se sentó junto a nosotros— ¿Ya sabéis la última noticia?

Neville habló: —¿Te refieres al artículo del quisquilloso? Justo nos lo estaba contando Luna.

—No —frunció el ceño—, eso no, claro que no es eso.

—¿Entonces?—pregunté yo.

—Es sobre Lupin; ha vuelto.

—Vaya... —se asombró Neville— Pero, ¿cómo lo han readmitido? ¿No decían que era demasiado peligroso que un hombre lobo conviviera con tantos menores?

Ese fue mi turno de hablar.

—Pues a mí no me sorprende... Se hartan a decir que no hay lugar más seguro que Hogwarts, pero hay más peligro aquí que en plena calle.

—Tampoco es tan así —se quejó Ginny.

—Si lo es, Ginny, tú más que nadie debería saberlo. Quiddich, por ejemplo, no es un deporte que tenga demasiada seguridad.

Forte || Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora