Confused Love. -JOOKYUN.

diecinueve

Había sido un total imbécil.
Dudé de Changkyun, lo humille, lo corrí de mi casa e incluso insulte nuestro hijo.
Era un hijo de perra.

No merezco nada bueno.
Intentar arrancar a Changkyun de mi corazón jamás dió resultados.
Pero es tarde para intentarlo, lo he lastimado demasiado.

Destruí lo que tuvimos.

Hyunwoo me observó desde fuera del reclusorio y sonreí hacía él.
Mi fiel amigo, el único real.

—¡Jooheon-ah! Maldición, ¡Eres libre!

—Lo soy Hyunwoo, olvidé la luz del sol muy rápido.

—¡Tío! Tío, que bueno que ya estás libre.

Kihyun me abrazó cálidamente, mi sobrino aún siendo mejor amigo de Changkyun no perdió el contacto conmigo.
Aunque a diario me recordaba lo equivocado que estaba...

—Si Kihyun, ahora puedo cuidarte yo. Hyunwoo, ¿Lo cuidaste bien, no?

Kihyun se sonrojó mientras Hyunwoo solo rió nervioso.

—Tío... ¿Irás a la hacienda ahora?

Su pregunta era obvia.
Su intención estaba más que clara.

—No Kihyun, estaré aquí un par de días. Pueden regresar si quieren.

—No te dejaremos solo Jooheon...

—No soy un niño, Hyunwoo. Tu trabajo es allá y lo sabes.

Mi amigo piel canela asintió.

🌓

—No puede pasar.

—Necesito hablar con Lee Minhyuk.

Los guardias de seguridad impedían mi entrada a la habitación de hospital de Minhyuk.
Al parecer era una órden oficial.

—Puede entrar uno de ustedes conmigo, no vengo a hacerle daño.

—No puede entrar.

—Es urgente, maldición.

—¡Dejenlo pasar! Está todo bien.

El grito desde adentro se escuchó y los hombres se quedaron en silencio.
Sin esperar más accedí a la habitación sin tener más impedimentos de por medio.

—Entonces ya saliste de prisión, que gusto Señor Lee.

—¿Por qué no dejaste que me pudriera ahí adentro? ¿Necesitas matarme tú a mí?

—No tengo los mismos pensamientos pobres que tú, Jooheon.

—¿Entonces? ¿Qué te hizo liberarme?

—Solo pensé en mí. Te me adelantaste, yo iba a matarte, no dude ni un solo segundo. Pero fuiste rápido.

—Prometo darte más tiempo a la próxima.

—No hay una próxima. Se acabó. Ganaste Jooheon. Te quedaste con mi maldita vida.

—¿Gané? ¿Qué gané? ¿Ser el estúpido que tuvo al amante de su esposo en su casa y lo trató como un amigo?

—No creíste en Changkyun, eh. Me lo imaginé.

—Que ese niño sea mío no aclara todo. Bien pudo tratarse de jodida suerte.