veinte

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El ambiente tenso permanecía en la mesa.
Mamá había invitado a comer a Jooheon y él intentar negarme me costaría muy caro, lo sabía.

Lo malo de aún vivir en su casa.

—Es una maravilla tenerte en casa, Jooheon. Aquí perteneces con tu esposo, y tu hermoso niño.

Las palabras de mi madre me hicieron sentir náuseas. Es una hipocrita.

—Es bueno estar aquí.

—Da Hyun, encárgate de servir correctamente los platos. ¿No ves la visita tan agradable que tenemos? Para eso te tengo en ésta casa, recuérdalo.

Mala idea mamá...

—Señora Im, le pido respeto para ella.

Jooheon habló duro pasando su brazo por el hombro de Da Hyun, quien sonrió orgullosa.

—Cariño, no es necesario, yo puedo hacerlo...

—No mamá. Señora Im, Da Hyun es mi madre. Respetala como tal.

El rostro de mi madre de un momento cambió de color y reí por debajo.
Al menos Jooheon mantenía una poca de inteligencia.

—Yo... No sabía. Les pido perdón sinceramente.

—Yo también les pido perdón, debo darle de comer a Eunjun.

Cargué nuevamente a mi pequeño bebé de los brazos de Jooheon (quien no lo soltaba desde el primer segundo que lo tomó) bajo la mirada de todos.

No iba jugar el juego de la maldita familia feliz después de todo. No haría lo que ellos quisieran, una vez más no.

—¡Changkyun! Dios mio, niño no seas mal educado. ¿Nosotros te educamos así? Lleva a tu esposo contigo.

Las palabras de mi madre quedaron olvidadas al solo seguir mis pasos;
Al llegar a mi habitación tomé el biberón recién hecho y me senté con Eunjun en mis brazos.

Sus mejillas regordetas permanecían sonrojadas y sus ojitos cerrados con largas pestañas me hicieron olvidar el mal rato.
Eunjun era mi única razón de continuar.

La puerta de la habitación sonó haciéndome girar esperando la silueta de mi tía.
Pero no era ella.

—Incluso después de un parto luces jodidamente bien.

—Me veo como siempre, incluso peor.

—¿Qué dices? Eres perfecto Changkyun.

—No tengo tiempo Jooheon. Deja de hacer ésto y vete. Tienes una hacienda por atender, un sobrino por cuidar y...

—Y un hijo por criar.

—No pienso negarte a mi hijo, tienes derecho a él aunque hayas sido un maldito estúpido. Y no lo merezcas.

—Losé... Fuí un imbécil y no sabes que tan jodido estoy.

—No es culpa mía.

—Sé que me amas aún Changkyun... Mi amor, tú me amas. ¿No es así? Solo estás molesto por toda la mierda que hice... Pero me amas, me amas mi Kyunnie...

—¿Y si te amará que va cambiar? Lo hecho, hecho está. Me humillaste, insultaste a mi hijo, denigraste mi nombre...

—¡Ponte en mi lugar! ¿¡Qué hubiera pasado si de un día a otro te enteras que mi ex novio estuvo aquí viviendo bajo tu techo!? ¡Entiendeme!

—¡Pero no creíste en mi palabra! Preferiste escucharlo de todos menos de mí, yo jamás... jamás me atreví a engañarte incluso cuando jure odiarte. Jamás, Jooheon.

Mis lágrimas cayeron de un momento a otro y los ojos de Lee repitieron mi acción.
Jooheon estaba arrepentido, pero mi orgullo es más fuerte que su arrepentimiento.

—Hice estupidez, trás estupidez. No te escuché, no supe hacerlo... Fuí un imbécil, ni siquiera existe palabra para describir lo que soy y lo que valgo. Sin embargo, no puedo dejarlos así solamente... Mi hijo y tú son mi real forma de existir, no tengo nadie ni nada que no sean ustedes.

—¿Hyejin tampoco lo es? Me entere que regreso a tu hacienda.

—Cuando no estaba en ella, me imploro que no tenía a donde ir... Nada más allá de lo que puedes pensar—Limpie mis lágrimas bajo su mirada y encarne mis cejas incrédulo.
¿Debía creerle?—Jamás dejé de pensar en ti, incluso en momentos solo pensé en pedirte perdón y hacerte regresar a mi lado incluso si nuestro bebé fuera mío o no. Yo soy tu esposo, mi lugar es a tu lado...

—Jooheon... No estoy listo. No puedo simplemente dejarlo así. Estoy muy herido...

—Te amo Changkyun, los amo mis príncipes. Te prometo que si quieres quedarte a vivir aquí, yo te compro la casa que escojas, ai deseas irte a la hacienda o incluso si quieres ir a Marte yo te llevaré.

Las manos cálidas de Jooheon tomaron mis mejillas haciéndolo observarlo por primera vez correctamente a los ojos.
Sus pequeños ojos estaban llenos de lágrimas, rojos, hinchados y apagados.

—Por ti, por éste bebé... Haré lo que deseen.

Su dulce tono de voz nuevamente me embriago por completo, Jooheon siempre será mi perdición.
Tal vez, solo tal vez...
Sigo perdidamente enamorado de él, o tal vez nunca deje de estarlo.

—Jooheon...

—Mi vida son ustedes. No soy nadie ni nada sin ustedes. Changkyun, gracias por darme el hijo más hermoso de todos. Y lamento no haber estado para protegerlos. Eso ni yo pienso perdonarmelo.

Mi mano izquierda soltó el cuerpo de Eunjun dejándolo protegido con el derecho, mi mano acarició el cabello ajeno para acercarme y depositar un beso lento en los labios de Jooheon.
Los que tanto necesité.
Nuestros cuerpos unidos protegían a nuestro bebé sin apretar, sintiendo sus ligeros movimientos.

Tal vez papi y papá nuevamente estarán juntos.

Confused Love. -JOOKYUN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora