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╰─➤ « Frustrado, decidió desechar aquel sobre con la carta donde escribió todos sus sentimientos sobre "esa" persona, esperando así que todo terminara para él. Pobre de él, si tan solo hubiera sabido que por hacer eso media escuela se...
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¿Conocen el dicho: "a lo hecho, pecho"?
Kyle lo conocía de sobra, su situación era la más ajustada a ese refrán.
Todo empezó cuando notó la constante mirada de su súper mejor amigo en todas las clases, al principio pensó que sería por las tareas, pero luego cuando esas miradas se convirtieron en busca de afecto constante fue cuando empezó a sospechar sobre cuál percepción tenía de él su mejor amigo. Trató de pensar de forma razonable, quizás solo sería la tristeza de su amigo actuando por instinto. Eso quería creer.
El mayor problema comenzó cuando Stan estaba apegado a él todo el rato, dándole la razón y soltando cumplidos inconscientemente de la nada.
Para Kyle, siendo él alguien quien tenía más experiencia siendo rechazado que rechazando, fue una especie de shock el relacionar esas acciones con un posible enamoramiento. Tenía miedo, porque (por experiencia propia) sabía que esos temas eran delicados, y ahora tener que tratarlo con su MEJOR AMIGO sería una locura.
Aunque su decisión no fue la mejor, y nunca lo sería, se alejó. Por bien de su amigo y suyo.
Y bueno, ya saben, todo lo que sube, baja y colisiona contra tus sentimientos y pensamientos reprimidos obligándote a enfrentar las consecuencias de tus actos.
Desde hace poco empezó a ver a Stan junto con Tweek, la persona con la que menos se esperaría que el azabache estaría, pasar tiempo juntos cerca de las bibliotecas. Le dolía ver cómo Stan lo evitaba, teniéndolo bloqueado en toda red social y evitando hasta el contacto visual. En ese punto hasta sentía cierta envidia del rubio.
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Cerró su casillero, escuchando atentamente al azabache el cual hace días no se despegaba de su lado. Comprendía la posible tristeza que este estuviera pasando, sin embargo, él también ameritaba algún tiempo a solas.
Suspiró, y su pesar fue notado por el más alto de ambos.
- ¿Pasa algo, Tweekers? - Preguntó con una sonrisa amable, a su parecer, desde que se empezó a juntar con el rubio nunca había sido así de feliz, sintiéndose escuchado por primera vez.
