Estaba harta del insomnio, en definitiva era horrible. No pude pegar el ojo en toda la noche sopesando la idea de ser encontrada nuevamente, me daba terror solo de pensarlo porque ya sabía de qué era capaz y no me gustaría volver a vivir algo así. Él era un monstruo sin escrúpulos y sin corazón, no sentía remordimiento de nada contrario a eso, disfrutaba ver el sufrimiento ajeno y se regodeo de mi dolor.
La alarma sonó anunciando así que era hora de levantarnos y tomarnos la ducha matutina, no quería levantarme, estaba mareada de tanto pensar y asustada en partes iguales. Samanta se removió entre las sábanas y segundos después ya estaba poniéndose de pie con su típica sonrisa en el rostro.
—Buenos días doña vampiresa gruñona —Rió antes de tomar mis sábanas y descubrirme completamente, el frío caló mis huesos por un instante y le di una mirada que decía más que mil palabras.
Como siempre, no le importó en lo absoluto y así, con mucho esfuerzo y alegría —de saber que tenía un miserable día más en esta clínica de mierda— me levanté de la cama para poder irme a bañar. Caminé sin mucho ánimo a las regaderas, todas ya estaban ahí y me deshice de la ropa, ya no tenía vergüenza de que me vieran desnuda, me dispuse a bañarme en silencio.
Samanta bromeaba con Chelssy de vez en cuando y yo volteaba los ojos por sus estupideces, restregué con mayor fuerza mi piel al recordar por lo que pasé, la rabia me inundó e hizo que mis ojos se encharcaran, sentía asco de mi misma, los recuerdos me atormentaban y rompían cada vez más, estar aquí no me ayudaba en lo absoluto. Estar aquí solo hacia que me muriera de odio, de rencor, me repugnaba pensar en todo lo que pasé y como fue que pude amarlo a él tan intensamente.
—¿Vendrás más tarde? —Preguntó Annie a Carolina y la pelinegra dudó por un momento antes de asentir con la cabeza dándole una respuesta afirmativa.
—Nos vamos a divertir mucho, ya lo verás —Aseguró la castaña con una sonrisa.
Quise escuchar más sobre su conversación pero ya no pude hacerlo ya que bajaron la voz, me asomé un poco para verlas y no seguían hablando, se estaban besando...
—Es de mala educación espiar a la gente —Samanta se acercó a mí con una toalla cubriéndole el cuerpo, sonrío antes de guiñarme un ojo y pasar por mi lado para cambiarse.
Dejé que el agua recorriera mi cuerpo para después cerrar la regadera y salir a cambiarme también, traté de dejar mi curiosidad por un lado y no involucrarme en nada pero sabía que Samanta era la única que podía decirme que planeaban hacer más tarde, ella junto con Annie, Carolina y otras chicas ya se habían escapado varias veces solo para reencontrarse con los chicos y supuse que esta vez no iba a ser la excepción.
—¿Qué harás más tarde? —le pregunté con indiferencia, pero con el animalillo de la curiosidad comiéndome por dentro.
—Habrá terapia grupal —dijo sin más y fruncí el ceño, se me había olvidado por completo.
—¿Y después? —volví a intentarlo.
—Tengo sesión con mi psicóloga... —pareció confundida por un momento. —¿Por qué lo preguntas?
Tenía dos opciones, mentirle o ir al grano y decirle de una vez por todas que también era una metiche como ella, Suspiré.
—Escuché a Annie hablar sobre algo que harán más tarde con Carolina, pensé que tú sabrías algo sobre eso —le resté importancia.
—¡Ah! Claro, nunca te cuento nada porque eres muy aburrida y seguro me hubieses rechazado, pero, saldremos un momento con los chicos hoy por la noche ya sabes, a divertirnos.
Una sonrisa juguetona se dibujó en su rostro y asentí lentamente, la vi acomodarse la ropa y desenredarse el cabello con paciencia.
—¿Puedo ir? —La pregunta dejó mi boca antes de poder reaccionar.
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Sombras Del Pasado [Completa☑]
Mistério / SuspenseChristina Houd, una chica común en un mundo común conoce a Josh Smith por culpa de una rebeldía, ella lo trata pensando que es lo mejor que pudo encontrar en la vida sin saber las consecuencias que atraería tal decisión. Con el tiempo se da cuenta q...