1-El comienzo de todo

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15 de Enero 5034

-Olivia...

-Olivia...- Silencio total –Olivia...- Vuelvo a escuchar una voz lejana al tiempo en que me giro para estar más cómoda en mi litera.

- ¡Livi! - Escucho un grito en mi oreja y despierto exaltada dándome un golpe en la cabeza con la base de metal de la litera de arriba.

- ¡AUCH! - volteo desorientada hacia todos lados- Pero ¿qué?

-Ya mero llegan Livi, tienes que estar lista ¡vamos! - logro ver que Alice se encuentra a escasos centímetros de mi cara, como si estuviera tratando de susurrarme las palabras, claro que no funciono ya que me grito en el oído hace menos de 5 segundos, definitivamente tiene que aprender a susurrar.

Giro a ver a las otras 2 chicas con las que comparto celda, me gustaría poder decir que somos amigas las 4 pero no, las 2 chicas de la última litera si pudieran me aventarían a un barranco con tal de salvar su pellejo, con la única que siento una amistad verdadera y que ha demostrado lealtad es la pelirroja a mi lado. Alice me despierta de mis pensamientos- Vamos livi no sé qué tanto piensas, pero debes apurarte ya mero llegan, vamos vamos. Me hace una seña con las manos de que me mueva.

Hace que me encamine rápido empujándome prácticamente y a regaña dientes me pongo el uniforme del lugar. Es un uniforme horrible sin gracia, es más feo que un grano en el culo, ni siquiera es un color bonito, es un tono rojo fuerte como si lo hubieran dejado remojando en sangre la noche anterior, que siendo sincera, hay mucha probabilidad en que lo hayan hecho los hijos de puta, no puedo creer que nos hagan usar este overol sin gracia, pero por lo menos no es lo peor de aquí. Ni por lejos.

-Ahí viene, en posición chicas...- susurra sophi de lejos, aunque no hablemos sobre ello sé que sienten el mismo miedo que se está produciendo en mí en este momento. El terror a lo que vendrá.

Ese miedo irracional que ellos adoran, que aman vernos rogar por tener un segundo de paz antes de la tormenta. En conclusión, aman vernos aterrorizadas.

Escucho pasos acercarse mientras nos ponemos en fila como militares con los brazos hacia los costados y cabeza baja. No le gusta que lo veamos, eso está muy anotado en mi lista mental de cosas que hay que hacer para sobrevivir aquí.

Abren la puerta lentamente en el tiempo que hace de presencia. Lo odio, jamás había sentido tanto rencor por una persona. Lo peor de todo es que sería más fácil si le tuviera miedo, pero en realidad es todo lo contrario, a lo que de verdad le tengo miedo es a lo que está por venir y lo sé muy bien, por ello trato de hacerme notar lo menos posible, porque si de algo se, es que mientras más lo hagas enfadar, peor te va.

- Muy buenos días chicas, me alegra que ya estén en fila, será todo más fácil- Nos regala una sonrisa el teniente Harold, lo sé sin ni siquiera mirarlo, es un desgraciado, disfruta esto, disfruta vernos temblar de terror- Presiento que hoy será un buen día.

- Ahora, avancen- lo dice con voz dura. No es necesario saberlo, nos aborrece, prácticamente porque nosotras hace años, decidimos unirnos y hacerlo sufrir un poco, lo cual sucedió que de tener las pruebas una vez cada 4 días, fueron cada día. En conclusión, fue peor para nosotras.

- Si señor- decimos al unísono al tiempo en que nos encaminamos hacia nuestra tortura del día.

Odio esto, odio nuestra situación. desearía que mejor nos asesinaran a todos. pero tengo que seguir siendo fuerte, tengo que seguir siéndolo para demostrarle a Alice que no debe rendirse tan fácil, debo seguir siéndolo porque, aunque mis compañeras de celda y yo no nos llevemos tan bien, sé que aún tienen un poco de esperanza al verme continuar, a lo que también yo lo tendré.

INEFABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora