Capítulo 4

626 56 3
                                    

Han pasado casi tres semanas desde que volví a L.A con Mia, ella quiere asegurarse que Davyd no haya vuelto a consumir drogas, Mia lo protege como si fuera adolescente a veces olvida que es su gemelo, por lo tanto son de la misma edad, veintinueve.

—Aidan—hablo la chica mientras se alistaba frente al espejo—hoy en la noche iré a casa con Davyd, hará una cena para Lyla y mis padres vendrán para conocerla—me miro por el reflejo del espejo—tal vez no venga a dormir

—De acuerdo—me levante para ir a su lado y abrazarla por la espalda—yo iré al bar a tomar algo con Steve—informe—si me necesitas, solo llama y estaré ahí lo más rápido posible

Ella gira hacía mi y me rodeo con sus brazos por el cuello—descuida, estaré bien solo es una cena con mis padres, mi hermano y su novia, no es nada del otro mundo—beso mi frente—diviértete y salúdame a ese idiota

—Te vez preciosa—bese la comisura de sus labios

Tome asiento en la cama de nuevo, esta vez para observar atentamente cada movimiento de la pelirroja, amo su cuerpo, amo la calidez que este emite, ella es muy atractiva y lo sabe, ladeo mi cabeza para notar su muñeca derecha, aún conserva la pulsera le di por su graduación.

—¿Qué tanto me vez? Eso es acosos—hablo entre risa

—Eres mi novia, es normal que admire la belleza de la mujer que amo—entrecerré los ojos—aún la llevas contigo

Ella miro su muñeca—Si, no me la pongo seguido... no quiero perderla

—Eres adorable

—Y tú mi chico lindo—Musito

Llego la noche y Mia fue hasta la casa de Davyd, mientras yo conducía hasta el bar donde se supone que estaría Steve. Por fin llegue a este y me adentre mientras las luces me segaban por un momento, pese a los años este sigue siendo uno de los bares más populares del centro de la ciudad, camino hacia la barra donde se encontraba el rubio bebiendo tequila.

—Sigues viéndote tan infantil—hable llamando su atención

El sonrió de lado y puso su mirada en mi—y tú sigues siendo el mismo idiota de hace diez años

—Wow, ha pasado mucho ¿no?—tome asiento-ya no somos esos mismos adolescentes idiotas que solíamos ser

—Habla por ti mismo—mofo—que ya tengamos más de veinte, no significa que tengamos que ser amargados

Calle por unos segundos, el idiota tiene razón... no somos adolescente eso es cierto, pero tampoco tenemos que volvernos unos seres amargados y sin vida solo por ser adultos

—Así que cantante ¿eh—agrego para luego darle un sorbo a su bebida y yo asentí—¿Porque for you?—cuestionó

—Es mi primera canción—me encogí de hombros, esperaba que el rubio cerrara la boca, pero no fue así

—¿Supongo que la escribiste por Mia?—enarco sus cejas—¿verdad?

Mi boca se abrió un poco, y negué seguidamente—No, todo lo contrario no fue para ella

El rubio tenso su mandíbula—oh, ya veo

Mordí mis labios ligeramente, debía cambiar de conversión rápidamente—¿Qué hay de Emily?—sonreí falsamente

—Es mi esposa ahora—sonrió irónico—nos casamos hace cuatro años

Sonreí abiertamente, me alegraba que el rubio por fin fuera feliz con ella, el siempre la observaba con cautela y sobre todo amor, pero cada mirada, cada sentimiento lo escondía bajo toda su arrogancia

—¡Vaya! Eso si es una sorpresa—admití

—De hecho tenemos una linda hija, se llama Alexa—su rostro dibujo una sonrisa—pronto cumplirá quince años

No pude evitar fruncir el entrecejo y darle una mirada de total confusión—¿Quince años? Steve hace diez años salimos de la preparatoria—enarque mi ceja—no es posible

El chico mofo ante mi cara y una carcajada salió de su boca—Alexa es adoptada—aclaro—tenia siete años cuando la adoptamos con Emily

Hice una "o" con mi boca al comprender—ya veo, así que ahora eres papá Steve—solté una leve risa—me alegra que tengas la familia que siempre deseaste—le di un sorbo a la bebida que tenía enfrente

—Si, y qué hay de ti...—giro a verme—Mia y tú, ¿cuando formaran su familia?

Mis ojos se abrieron un poco, de alguna forma hablar de esto se me hacía incómodo—Bueno, de hecho... no—negué—aún es muy pronto

El rubio frunció el entrecejo—Claro, seguro es eso y no aquella chica ¿verdad?

Mi cuerpo se tenso, a caso ¿soy muy obvio? ¿Por qué todos se dan cuenta y yo no?. Después de tantos años sin fumar, cogí uno de los cigarros que Steve tenía y lo lleve hasta mi boca para encenderlo y así relajarme un poco.

—Ella esta bien ¿sabes?—hablo—ya no vive aquí

Después de todo no fui el único que escape de L.A, también sabía perfectamente de quién hablaba—¿Como lo sabés?—pregunté curioso—nunca fueron amigos

—Eso es cierto—bebió otro trago—pero el mundo es muy pequeño y las personas maduran, Aidan—suspire profundo y el rubio palmoteo mi espalda y continuó—en un mes iremos a Canadá, Alexa debe ver a un psicólogo y allí hay uno bueno

Enarque una vez más mis cejas—¿Psicólogo? Es solo una chiquilla

—Lo sé—se encogió de hombros—pero ella paso por mucho para ser una niña, Emily dijo que lo mejor era que viera un psicólogo

—No importa la edad—susurre—siempre sufren las personas inocentes

—Le eh hablado de ti—confesó—quiere conocer a su tío Aidan

No pude evitar sonreír ante lo dicho por el rubio—Eres tan patético

Asintió—lo sé... ven con nosotros a Canadá—sonrió maliciosamente—quizá allá el destino te de una linda sorpresa

—Ya no creo en el destino—sonreí por lo bajo—nunca me ayudo, pero bien, acepto... igual mi próximo tour iniciara allá

—Y no crees en el destino—sonrió ironico y se acabo el ultimo sorbo de su tequila

No, ya no creo en el destino... nunca intervino para ayudarme con Danny, nunca estuvo a mi favor pero aún así intentaré solo una vez más creer en el destino.

Más allá de una simple apuesta©(2) [ ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora