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Albus siguió con su desayuno sin mencionar una sola palabra. Pudo darse cuenta del porque su tía y Rose estaban de mal humor: su querido tío Ron estaba hablando con su novia y ella casi estaba encima de el. En cuanto a Scorpius dudaba mucho que también estuviera enojado por eso, así que después de un tiempo considerable en que ya no aguantaba mas permanecer en silencio decidió preguntarle a su mejor amigo.

- ¿Qué te pasa?

- Tu prima – dijo con una mueca que Albus ya conocía a la perfección, Harry solo frunció el ceño sin entender.

- ¿Ahora que?

- Lo mismo de siempre y para colmo se enoja con su padre y se desquita conmigo. Albus eres mi mejor amigo pero te voy a decir que no soporto a tu prima – se levanto enojado.

- ¿Qué le pasa? – le pregunto Harry.

- Se enojo con Rose y te aseguro que ella ni lo sabe ¡ROSE! – su prima volteo y el le señalo a Scorpius que iba saliendo del gran comedor.

- ¿Qué paso? – se levanto inmediatamente preocupada.

- Dice que lo mismo de siempre.

- Maldita sea. Te llevas mi mochila.

- ¿Qué paso Albus? – se acerco Hermione preocupada.

- Scorpius se enojo con Rose, pero no te preocupes no durara mucho.

Rose salio corriendo hasta alcanzar a Scorpius que ya se encontraba en los jardines del colegio. Desde que salio por la puerta principal escucho a Rose llamarlo pero estaba tan enojado que decidió ignorarla así como ella lo hacia con el cada vez que se enojaba.

- ¡Scorpius!SCORPIUS!...Se que me escuchas…!HYPERION! – se detuvo en seco.

- Sabes que no me gusta…

- Y sabes que no me gusta que me ignores.

- Pero tú si puedes ignorarme.

- ¿Qué paso con mi papá? Albus me dijo que lo mismo de siempre y eso es mi papá ¿o me equivoco? – dijo cruzándose de brazos - ¿Fue por lo de esta mañana?

- Mira yo entiendo que tu padre quiera protegerte, pero ¡TU PADRE NO EL! Y como siempre tu no le dices nada yo soy el que me tengo que aguantar las indirectas que a veces no son tan indirectas…ese Ron aun no es tu padre y ya se esta comportando como si lo fuera.

- ¿Y que esperabas? Así es él.

- Si ya se…es lo mismo que me dices siempre así que mejor ahórrate todas las justificaciones hacia tu padre.

- Ven, abrázame – puso sus manos sobre su cuello.

- No, ya no te quiero ve y abraza a tu padre.

- Abrázame mas, quiero sentir tu manos cuando me beses… porque necesito que me beses Malfoy – le decía seductoramente en el oído – esos besos que me hacen sentirme…especial.

- No empieces Weasley.

- Bésame – Scorpius la beso como a ella le gustaba, apasionadamente.

Hermione los veía desde la puerta del colegio pensando en lo que la noche anterior le había contado su hija: la historia de amor de ella y Scorpius Malfoy. Amigos desde que iniciaron Hogwarts pero siempre peleando y discutiendo por todo, teniendo a Albus como intermediario. Pero durante su cuarto año ya no se veían como unos simples amigos sino como algo mas y cuando iniciaron su quinto curso en la primera salida a Hogsmeade Scorpius se le declaro a Rose directamente y sin rodeos, empezando así una relación de novios, a pesar de la negación de Ron. Hermione se sentía feliz y orgullosa de su hija por haber luchado para estar con el amor de su vida, en cambio ella se sentía una cobarde al lado de ella, amaba a Ron y prefería hacerse a un lado dejándolo con Lavender y no luchar por el amor que sentía.

𝑬𝒅𝒖𝒄𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒂 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐𝒔 𝒑𝒂𝒅𝒓𝒆𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora