una Kunoichi en Beyblade

dos divas, un solo escenario 2

La peli-rosa observó con incredulidad la batalla que presenciaba era bastante reñida. Lo que más llamó su atención en ello fue el aura que desprendió Aiger una bastante oscura. Al final el akabane obtuvo su victoria. Pero aún no se podía quedar tranquila, Aquella aura que poseía Aiger en esos momentos la preocupo de sobremanera.

— Aiger eso fue increíble — alabo la rosada sonriéndole a la vez que se acerco al nombrado.

— hmp... Fue solo suerte de niño rata — expresó wakiya con las intenciones de molestar al más bajo.

— ¿Qué dices? ¡Sí te tuve de hijo! —respondió inmediatamente el peli-rojo a su defensa. Su cabello rojo cayó sobre su rostro serio... Dándole un aura bastante tétrica.

— ¿ah? Disculpa no digas mamadas, Fue solo suerte niñito — respondió de mala manera wakiya dedicando una mirada fulminante al más bajo.

— atrévete a decirlo nuevamente... maldita rubia — siseo el akabane con un rostro sombrío.

Wakiya sintió un escalofrío al sentir el aura que rodeaba al peli-rojo, dio un paso atrás al ver que el otro se acercaba con intenciones no agradables.

— ¡suficiente! Paren los dos — expresó aki apresurando se en ponerse al medio separando a ambos chicos.

Pero aiger aún tenía la mirada sombría... Su aura fue liberada como una de sed de sangre. Tanto wakiya como aki quedaron tiesos sin saber cómo responder o reaccionar mas que solo mirar incrédulos al akabane y este pasaba de largo al Hyuga dispuesto a ir a partirle su madre al rubio.

— ¡aiger! — exclamó la haruno con seriedad, el nombrado volteo a su llamado ambos se quedaron mirando seriamente, si las miradas mataran sería un empate para estos dos.

— tranquilo Aiger, mirame tú no eres así... — intento tranquilizarlo pero al no ver resultados, utilizo otra táctica. — eh tranquilo... Aiger No, nos desconozcamos —.

Por otro lado el Hyuga captó rápidamente las referencias que utilizo su amiga e intento con todas sus fuerzas no reír a carcajadas, sus mejillas estaban rojas por el esfuerzo que ponía en mantener la seriedad. ¿En serio hacía aquellas locuras en tremenda situación? Simplemente la peli-rosa era un caso.

Aiger no respondió simplemente la observó en silencio por unos segundos para luego dirigir nuevamente su mirada al rubio y avanzar hacía él.

Sakura notó aquella mirada llena de odio... Y recordó el suceso en el bosque de la muerte. Era la misma mirada que había puesto el Uchiha en aquel tiempo.

Y ahora Aiga desprendía el mismo aura que aquella vez...

"Sí sigue así... Aquella oscuridad lo consumirá aún más y sabes cómo terminará"

De ninguna manera no permitiría que el caiga en aquél abismo, Sí él cae... Ella también acompañándolo hasta el final.

Y sin pensarlo dos veces rápidamente fue hacia el peli-rojo y lo abrazo por la espalda, manteniendo el abrazo con mucha fuerza. — por favor... Aiger detente, es suficiente....— susurró suavemente pero en ella se podía notar la angustia.
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No sentía absolutamente nada... Era todo oscuro y frío. No había nadie a su alrededor más que penumbras, la luz era inexistente en aquel sitio...

Tenía miedo... Y mucho.

Hasta que vio ciertos pétalos de cerezos danzar a su alrededor. — ¿cerezos? — susurró a lo bajó. Las flores giraban en su entorno envolviéndolo completamente, el aroma que desprendían le dieron paz y tranquilidad.