Entre el Cielo y el Infierno

Parte XVII

----TE AMO MI ÁNGEL, te amo tanto que siento que esto es todo un sueño. Jamás en mi vida había sentido las sensaciones que tengo cuando estoy a tu lado.

--- Taehyung tomó las mejías de Jungkook y las acarició.----Todo lo que yo siento cuando estoy contigo es algo único e inigualable, no sabía lo que era el amor hasta que te conocí. 

En el preciso momento en el cual las lagrimas brotaron de los ojos de Jungkook, éste pudo sentir que su alma había cambiado, su ángel estaba deshaciendo nudos que por años tenía  enredado, Taehyung estaba cicatrizando cada herida que la vida le había abierto. Deseaba con toda las fuerzas de su corazón expresarle lo cálido que se sentía hundir sus manos en su delicada cintura, deseaba gritar a los cuatro vientos que por una jodida vez en la vida había ganado y era correspondido, por una maldita vez en la vida el podía decir que estaba completo y que era FELIZ.

Su boca profanó la de su contrario, sus ojos se serraron automáticamente como si con este hecho deseara que sus almas se encontraran en vez de sus ojos, dejó que sus manos se encargaran de mostrarle cada espacio que necesitaba recorrer. Sus labios temblaban, pero a la vez degustaron la dulzura de su boca, su saliva recorría ambas bocas como un riachuelo que no encuentra su caudal. 

---Taehyung respondía a cada tacto, a cada beso, a cada caricia; como si aquello que estaba haciendo era ya conocido por su cuerpo. Besaba, acariciaba y sentía su alma por primera vez; y por primera vez  se olvidó del exterior, se olvidó de las leyes y de los ángeles y demonios porque su mundo ahora lo estaba reclamando y él estaba correspondiendo a su llamado. Enarcó el cuerpo cuando la erección de Jungkook chocó contra la suya, su cuerpo ahora le estaba exigiendo el calor de su contrario.

Taehyung pensó que sería como la noche anterior, pero su cuerpo esta vez se sentía diferente, ahora él quería sentir el cuerpo de Jungkook, quería sentirlo completamente, y sin decir nada, Taehyung se apartó de golpe y quitó primero la camisa de Jungkook, se miraron y no fue necesario decir una palabra, pues a través de sus miradas podían adivinar los sentimientos del otro. Taehyung posó sus manos sobre los pectorales de Jungkook, acarició luego su clavícula, tocó sus tatuajes que adornaban su cuerpo, haciendo que el pelinegro inclinara su rostro hacia atrás, la boca de Taehyung rozó el pezón izquierdo y su mano bajó hasta la erección de Jungkook. Este no pudo contenerse y lanzó un pequeño gemido. Taehyung al escucharlo se estremeció aún más, había llegado al límite, estaba temblando. En ese instante Jungkook comprendió que Taehyung estaba asustado. Demasiadas sensaciones habían sucumbido al ángel en ese instante.

----Tae, mi ángel. No tienes que hacer eso si no lo deseas.----Jungkook abrazó a Taehyung.---Estás temblando.

----Estoy temblando porque nunca en mi existencia había deseado algo, me desconozco, y tal vez soy egoísta; pero ¿Quién no lo ha hecho por amor? cometo pecado de solo pensarlo, pero deseo ser el más egoísta de todos si ese hecho me lleva hasta tí. Deseo estar contigo, deseo descubrir el mundo a tu lado y darte lo mejor de mí, te daré lo que ha florecido en mí gracias a tí: Mi corazón y mi amor.

----Deseo tu corazón mi ángel, pero a cambio tendrás por siempre mi alma, mi alma que estaba deshecha y ahora la uniste como por arte de magia con tus caricias, deseo que poseas lo único que tengo, porque estoy seguro que solo contigo mi alma podrá estar tranquila. 

Sus bocas se encontraron nuevamente con una pasión exorbitante, sus cuerpos se necesitaban y ellos gustosos accedieron a sus deseos.

Sus bocas desbordaban gemidos cada que uno rozaba algún punto con sus manos o sus bocas.

Sus ropas cayeron al compás de sus manos, y danzaban en aquel torbellino de emociones que manifestaban con sus cuerpos, con sus almas ya desnudas.

Lentamente Jungkook penetró en el ángel, quién al sentirse invadido, soltó un gemido de satisfacción y dolor.  Lentamente recorrió entre estocadas ligeras al castaño, rosaba sus labios para calmar el dolor de la intromisión, susurraba a su oído cuanto lo amaba. Rosaba con sus labios los pezones de su amado y lograba con ello penetrar aún más.

Sus cuerpos se habían acoplado perfectamente y su dolor ahora se transformaba en sensaciones diferentes, más gozosas y más penetrantes. Cuando sus miradas se encontraban, deseaban aún más poseerse,pero aquello era imposible, pues ellos ya habían excedido el límite de sus deseos, ya habían entregado la última gota de amor que se pudiera esconder en lo más profundo de su ser, ya se habían entregado completamente.

Taehyung estaba seguro, había encontrado su lugar, había encontrado lo que le hacía falta, su alma ahora estaba desnuda como él, entregándose completamente a la persona que lo estaba renaciendo, a la persona que le enseñó como era vivir. Sabía que con él todo estaba completo.

Sí el hecho de profanar aquella cama con sábanas de seda ¡era increíble!.