┊ INFECTED ┊

┊11┊- 2/2

El sonido ahogado de las criaturas era lo único que acompañaba el camino por el ducto, se podía sentir la adrenalina de cada movimiento que hacían, ser escuchados era como jugar aquel juego donde debías esconderte y no ser encontrado, llegar y salvarte, se sentía justo así. Esconderte de criaturas debajo de ti, luego llegar hasta aquel lugar seguro, solo era un recuerdo melancólico.

Era irónico que ahora la melancolía era el placer de querer estar vivo.

O solamente eran cosas que pasaban por la cabeza de Irene, le gustaba la literatura y cuestionar de esta cada que podía. Les hacía recordar a su hermana menor cada que leía un libro, se quejaba y salía mil preguntas por cosas tan sencillas, simplemente las hacía complicadas.

¿Qué escondía aquella mente?

Le había seguido el paso a Namjoon todo este tiempo sin haber pronunciado ninguna palabra, se mantuvo tranquila todo el camino, aunque en el fondo estaba asqueada de nada más verle, oír su simple respiración.

— Debe ser aquí — Susurró Namjoon

Con cuidado retiro la rejilla del ducto, con linterna en mano, dio un pequeño vistazo al sitio, era un nido de infectados, pero debajo de él estaba libre, era una tienda pequeña, pero sin infectados adentro. La joven rubia había tenido razón en sus palabras, podían ingresar sin que sean atacados.

— Podemos bajar si uno de nosotros sostiene la cuerda — Dijo namjoon — Lo más sensato es que bajes tú, eres la más ligera —

Irene no respondió, solo le había pasado la soga, mirando entre los hoyos que tenía el ducto pudo ver la luz leve de una linterna. Apretó ligeramente sus labios para centrar su atención en lo que pasaría en 10 minutos.

¿Qué carajos estaba sucediendo? Era lo único que pasaba por la mente de la joven.

Xiumin no tardó mucho en quitar la rejilla del ducto, a diferencia de los demás, se encontraba en el medio del centro comercial, así que debía llamar la atención de todas las criaturas. Dio pequeños destellos de luz con la linterna haciendo entender a los demás que estaba listo. El sonido del metal ser golpeado fue suficiente motivo para hacer alterar cada criatura, los pasos y gritos se dirigía hasta el centro justo arriba de Xiumin podía ver a todos estos golpearse e intentar llegar hasta él. Miraba aquellas cosas, moverse por todos lados, diferentes tipos de infectados, desde la primera fase hasta la tercera.

— Vamos Irene — Dijo Nam

Tomo entre sus manos la cuerda, vio a Namjoon moverse hasta el otro extremo del ducto acomodado sus piernas en el borde de la rejilla para tener eso de apoyo y tener la fuerza suficiente para bajarla. Irene clavó su mirada en el intenso color marrón que emergían las pupilas de Namjoon, su expresión se suavizó dándole una sonrisa.

— Que el mundo empiece y termine en un solo disparo, ¿No? — La sonrisa que se formó se fue desvaneciendo, dejando un rostro frío y sin expresión alguna, poniéndose la máscara, dejo caer su cuerpo sujetándose con fuerza de la soga, había muy poca luz y solo podía ver con la linterna sujetada en el bolso que tenía, namjoon con toda su fuerza la sostuvo hasta que pudiera tocar el suelo, con mucho cuidado movió un estante para que namjoon pudiera bajar.

— Si hay un dios, espero este con nosotros —

Ambos se vieron dirigiendo su mirada por las rejas de la tienda, al frente de ellos se encontraba varios infectados moviéndose y corriendo por todo el lugar, Irene movió su cabeza no muy segura de hacer esta locura, básicamente estaban dándole un aperitivo a cada uno de ellos. Había poca luz como para moverse libremente, lo único era su linterna, una pistola y poder llegar hasta aquellas cosas que querían.