1. ¡Tengo el derecho de saber quien carajos es!

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Narra Jasmine

Sirvo mi copa al igual que la de Max, Luke, Issac y Jeff mientras esperábamos a nuestros hijos. No me sorprendería que Alexia tuviera que ver en esto, tuve que pagar una fianza para que los sacaran de la cárcel y al chofer que los traiga a casa. Lena no estaba puesto porque se había adelantado a ir a París a organizar lo del viaje y las cosas del aniversario de Alex. Una parte de mi estaba sumamente aterrada de siquiera pensar que el iría al viaje. Ya habían pasado años después de aquel destructivo viaje donde volví a tener el corazón roto en miles de pedazos.

- Paternidad, que lindo - dice Luke divertido antes de darle un sorbo a su copa, lo miro mal junto a los otros tres adultos y bufamos.

Esta responsabilidad de ser madre me alegro mucho la vida cuando creí que la tenia perdida, aun podía recordar cuando tuve a mi pequeña Alexia en brazos, me hizo olvidar de manera tan rápida todo el dolor. La crié sola con la ayuda de Max y Luke pero pude hacer todo lo posible mientras ella crecía.

- Ojala y tengas hijos algún día - dice Issac mirándolo mal, mi mejor amigo ríe negando con la cabeza y justo oímos la puerta abrirse.

- Aquí vamos - dice Max acomodando su camisa, me mira y frunzo el ceño - Por favor, no estalles - finaliza señalándome, jadeo ofendida y vemos a cinco adolescentes adentrarse a la cocina.

- Mis niños - dice Jeff saludándolos con mucho entusiasmo, lo miramos mal cuando se supone que debía mantenerse serio y vamos.

Esos niños estaban metidos en prisión, que creo que debí de haberlos dejado mas tiempo dentro pero no pude porque nos iríamos de viaje en unos días. Porque si, también pensaba dejarlos tres días o mas.

- Hola, tío Jeff - dice Alexia sonriendo como si no rompiera un plato, carraspeo la garganta y los cinco adolescentes palidecen.

- Niños - dice mi hermano seriamente mirando a sus hijos, estos sonríen inocentes y el niega.

- Zed...Sam... - dice el moreno a sus hijos, el joven rubio le da una mirada al joven moreno de que no diga nada y claro ese es el fiel compañero de mi hija.

Zed y Sam son los hijos adoptados de Jeff y Issac, podrá sonar loco pero esos dos chicos eran una replica de mis dos amigos cuando eran adolescentes. Aunque Zed es un poco mas hiperactivo, fiestero y demás que parecía una mezcla de amigo con Alex, mientras que Sam era correcto, un genio en computadoras y claro un chico demasiado nervioso cuando lo descubrían en una travesura.

- Negar, negar - dice Zed por lo bajo, mi amigo lo mira mal y sonríe inocente - Lo siento - finaliza pestañeando, miro a mi hija y ella bufa.

- ¿Pueden explicarnos porque estaban detenidos en la prisión? - dice Jeff algo incomodo, pues no le gustaba regañar mucho a los chicos y a veces era el alcagueta de estos.

- Pfff, ¿prisión? ¿que es eso? - dice Nathan riendo nervioso, mi hermoso sobrino y vaya que heredaron los nervios de Lena, son pésimos mintiendo o bueno solo cuando están con sus padres.

- Nathan - dice mi hermano serio, mira a su hija y esta silba mirando a los lados.

- Yo no se nada - dice Jennifer encogiéndose de hombros, bueno ella si sabia hacerlo y heredo varias cosas de mi hermano y una de esas era que es muy competitiva con su mellizo.

- ¡Yo fui arrastrado a esto! - dice Sam estallando, los adolescentes lo miran mal y el único adulto que no es padre ríe por lo bajo.

- ¡Claro que no! - dicen rápidamente, el chico niega y nos señala.

- ¡Casi me hacen hackear un sistema del espía que estafo a Alexia! - dice señalando a mi hija, ella lo mira mal y le da un zape.

- ¡Espía! - grito rápidamente, cuatro adolescentes retroceden dejando a mi hija al frente y ella me sonríe inocente.

Somewhere Only We Know (TOH Saga, Libro #5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora