Somewhere Only We Know (TOH Saga, Libro #5)

34 - Cicatrices abiertas

Narra Jasmine

Doy un sorbo a mi cerveza mientras miraba la que la noche comenzaba a acercarse, los demás se mantenían conversando con Alex, incluso reían sobre la sorpresa de este cuando Lena le mostró un poco de sus poderes que fueron evolucionando con ella, que incluso se volvió demasiado poderosa y lo mucho que tuvo que entrenarse para poder controlarlos.

Recuerdo cuando estuvo embarazada de los mellizos cuando estuvo aterrada de lastimarlos con ellos que eso la motivo aun mas a aprender a controlarlos, incluso pensó que Max la dejaría por ello, pero mi hermano se encargo de amarla cada segundo y demostrarle que no iba a dejarla sola, ni tenia miedo de ella, pues, es su esposa. ¿Como se le ocurriría temerle a la madre sus hijos? Incluso estuvo el temor de que los mellizos heredaran los poderes, pero ya tienen dieciocho años, no habían indicios de que los heredaron y que para la rubia es un poco de alivio, mientras mi hermano por otro lado, tenia el presentimiento de que pasaría.

- Wow ¡Es una jodida locura! Lena tiene poderes asombrosos, no solo viaja por el tiempo, si no que también puede ir al multiuniverso y de mas y... oh oh oh - dice un Alex bastante emocionado, lo miro con una sonrisa y aun me seguía preguntando.

¿Como podía estar tan feliz y optimista cuando esta en una fase en la que sabe que le tocara partir con solo dieciocho años? Tan joven, con tantos sueños que tenia por delante, pero su sonrisa jamas se borraba, se encargo de vivir sus últimos meses tranquilo y viviendola como si fuera la ultima a cada momento.

- Ya lo se, estas muy emocionado y recuerda, no puedes decirles a nuestras versiones adolescentes, tampoco a los niños - digo divertida, me saca la lengua y se coloca a mi lado.

- Ya lo se, no soy un niño - dice cruzándose de brazos, lo miro alzando una ceja y chasquea la lengua - Tengo dieciocho, mayor de edad y el que tu ahora me llevas ventaja, no me mandas - finaliza alzando su mentón, suelto una risita y rueda los ojos.

- Tonto - digo negando divertida, sonríe y recarga sus brazos en el barandal.

- Entonces...

- Entonces...

- ¿Como haz estado durante todos estos años? Ya todos me hablaron de lo que fueron sus vidas, pero tu, Jazzy te haz mantenido distante - dice arrugando un poco la nariz, la botella de cerveza casi resbala de mis manos y lo miro un tanto nerviosa.

- Muchas cosas pasaron después de que te fuiste, puedo decir que no volví a ser la misma, fue como si una parte de mi se hubiera ido contigo y lo siento mucho - digo mordiendo el interior de mi mejilla, una expresión de dolor se instala en su rostro y se que cuando escucho a los demás hablar de sus vidas.

Sentía el algo de culpa por habernos hecho cambiar con una partida que aun el no tiene que va a suceder muy pronto. Incluso podía ver culpa sobre los que tuvieron un desenlace bastante fuerte con el pasar de los años, pero no es el culpable, los culpables somos nosotros al volvernos tan dependientes de el.

- No es tu culpa, Alex, no coloques esa mirada - digo tomando su mano, besa mi frente y cierro los ojos.

- ¿Donde esta mi Jazzy empoderada que no le temía a nada? - dice por lo bajo, abro los ojos y estos chocan con los suyos - Ya no tienes ese brillo que te hacia única entre los demás. ¿La vida adulta no fue buena contigo? - finaliza inclinando la cabeza aun lado, mis ojos se cristalizan y seco una lagrima rebelde que resbalo por mi mejilla derecha.

Claro que no había sido linda, tuvo tanto momentos buenos como malos, aunque los buenos fueron pocos. Era solo una adolescente que para ese entonces tenia diecisiete con una banda cumpliendo su sueño y que al cumplir los veinte ya estaba pasando por un infierno con la explotación, siendo un producto sexual, entrando a algunas películas, los chicos tratando de ayudar pero luego llego la amenaza cuando nos cancelaron una gira completa de entradas agotadas y que eso era solo el inicio.