2. ¿Libertad?

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Narra Nico

¿Libertad?

Era una palabra con la que solía soñar a diario todos los años de mi vida, una que tanto anhelaba desde que por error había encadenado mis pies por idiota, y que la única llave se la había entregado a la peor persona que pude haber conocido en mi vida, una que aunque mas que me arrepintiera de haber conocido por el resto de mi vida, también me había dado una razón mas para luchar.

Pues, ya no era el único bajo esa jaula, y que de un momento sorpresivo de mi vida y para nada esperada, Damian Michaels Falls también estuvo condenado al miserable destino, cumplir con su papel de ser el hijo perfecto que su desgraciada madre le dio, ¿y yo?, bueno fui demasiado cobarde como para atreverme a perder a otra persona, porque si, amaba a mi hijo con todo mi corazón y no podía arriesgarme que Delilah me arrebatara a mi hijo y lo alejara de mi, que tuve que seguir sus malditos juegos para no hacer nada por mi libertad y la de mi pequeño.

Hasta que llegue a mi limite cuando esa mujer jodió la vida de mi hijo que muchas veces se preguntaba como su propia madre podía odiarlo tanto como para enviarlo a un maldito internado en contra de su voluntad cuando solo tenia trece años. Lo que para mi resulto peor porque no estuve en el momento en el que ella envió a mi hijo a ese infierno y revivió una herida que pase igual cuando era un niño.

Si, corrí a liberarlo de ahí pero no me había dado cuenta de que el poco brillo que tenia Damian se había apagado. Mi hijo empeoro peor que yo, el al menos tuvo bolas para comenzar a actuar como el hijo rebelde, dejar en ridículo a Delilah en varias ocasiones que en muchas tuve que intervenir para que no le pusiera una mano encima. Lo había dañado tanto que ver como la policía lo traía ebrio a casa de vez en cuando, tan molesto con el mundo, con ella y yo intentaba ayudarlo. No podía soportar el que mi hijo estuviera reviviendo toda mi mierda como un maldito ciclo sin fin.

Que por el decidí ponerle fin a todo ese infierno, que ahora nos llevaba a estar frente a un tribunal. Le ofrecí un trato que no me negó y me dejara custodia completa de mi hijo, para ambos ser felices de una vez por todas.

- Silencio - dice el juez sacándome de mis pensamientos, me remuevo en mi silla y carraspeo.

Eso había apagado los murmullos en el lugar de la nada en cuanto el hombre hablo. Me parecía demasiado exagerado tanto revuelo por un simple divorcio, pero claro, sabia que no era uno cualquiera; era el gran escritor Nicholas Michaels y la gran "aclamada" actriz Delilah Falls, que todos los presentes y los que no querían saber el escandaloso de uno de los mas grandes momentos del mundo de la farándula. Si en verdad supieran todo el infierno que pase con esa mujer.

- Después de haber escuchado ambas partes y estudiar las pruebas presentadas, el juzgado esta listo para dar su veredicto - dice este intercalando la miranda entre mi ex pareja y yo, tenso mi mandíbula y solo quería ir con mi hijo.

Estaba muerto de los nervios, incluso se podía decir que había palidecido esperando el veredicto y me sostenía de los bordes de la mesa frente a mi. Mientras que Delilah entrando en su actuación, lloraba pasándose de vez en cuando un pañuelo bajo sus ojos mientras sollozaba, acaparando toda la atención, haciéndome ver como un villano.

- Es una gran maldita hipócrita - digo por lo bajo entre dientes, siendo consiente de las miradas fulminantes que me estaban dando mis ex suegros bajo mi nuca.

- Se que todo esto lo estresa, señor Michaels - dice mi abogado por lo bajo, resoplo pasándome las manos por el rostro y es que casi podía oírlo mientras sentía el palpitar de mi corazón hasta los oídos - Pero si no quiere que ella cambie de opinión respecto al trato, deje de mirarla así - finaliza palmeando mi hombro, me obligo al calmarme y pues tenia razón.

Somewhere Only We Know (TOH Saga, Libro #5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora