Draken, Mikey.
Ken se estacionó fuera del local diez minutos antes de que la hora se cumpliera, no le fue difícil encontrarlo.
Se preguntaba por qué Mikey lo había citado en una panadería pero cuando observó con atención noto que por dentro el lugar era bastante grande y contaba con una cafetería.
Se saco el casco al mismo tiempo que cuando sintió algo se removia en su pecho, Mikey entonces salió de entre su ropa y miró fijamente el negocio en lo que él terminaba de acomodarse.
– apresúrate Draken entremos – le pidió contento.
– cálmate enano, ten paciencia – Ken casi lo miro con gusto cuando frunció el ceño pero bueno si debía llamar al humano "Mikey" y a su Tiny también iba a volverse loco, además el pequeño le había quitado su apodo primero.
Cuando dejó todo en orden Draken dejó que el Tiny se montara en su hombro en lo que entraban al local, una señorita muy amable le recibió y lo dejó pasar a la cafetería y directamente a una mesa para dos.
Se sentó a esperar pendiente de la entrada de vez en cuando y también prestandole atención a el lugar, era bastante acogedor ahí dentro y se sentia a gusto.
– no lo entiendo – escucho murmurar al pequeño.
– ¿que pasa?
– siento que esta aquí, pero no le veo – el Tiny tenia su manita en su pecho y volteava a ver por todos lados pero no lo encontraba.
Draken frunció el ceño y se dedico a buscar de manera disimulada también.
Ambos ignoraban que eran vigilados por cinco pares de ojos desde que se estacionaron enfrente.
– ¿cuanto tiempo más planeas hacerlo esperar? Esto era lo que querías verdad, verlo, pues ahí lo tienes sal de una buena vez – el pelinegro regaño otra vez a su amigo.
– no es feo la verdad, le va mejor el pelo negro – Senju opino, era la única que no se escondía para verlo, los otros dos y sus respectivos Tiny's lo vigilaban desde la cocina, asomando su cabeza cada cinco segundos cuidando de no ser vistos.
– Baji hazme un favor, cállate – Mikey llevo una de sus manos a la cara de su amigo para que dejara de reprenderlo.
¿Por qué se sentia tan nervioso? Su Soulmate no parecía tener problemas con los nervios de verle otra vez, tal vez ni los tenía pero él sí y se lo estaban comiendo vivo, aunque lograba disimularlo un poco.
El veterinario aparto la mano del rubio de su cara.
– Mikey tienes dos minutos para ir allá afuera, o lo voy a atender yo – le sonrió con malicia sacando a relucir sus colmillos como quien pretendía dejarlo en ridículo de la peor manera si lo obligaba a salir a él.
– ni te atrevas – le sentenció.
Senju se río al ver la pelea de miradas que habían empezado esos dos, hasta que Baji cedió para ver el reloj.
– bueno, te doy un minuto...
Manjiro suspiro con pesar y cerro los ojos un momento dándose ánimos pasa si mismo en su mente, él podía con esto, iban a arreglar la situación con los Tinys, a eso iban no había más.
Cuando abrió los ojos se sentía mejor, le extendió la mano a Kenchin para que subiera a ella, el pequeño se veía más relajado que antes talvez por qué sabía que al fin vería a su compañero de vida de nuevo.
Sin despedirse o decirle algo a sus amigos Mikey salió de la cocina.
Draken volteo justo a tiempo para encontrarlo a medio camino en su dirección sonriendo apenas y parándose para recibirle.
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Mejor tarde Que nunca.
FanfictionDraken se había resignado que el Tiny de su alma gemela jamás llegaría, la mayoría solía llegar entre tus 15 -16 años y él ya tenía 22, tampoco era algo que le causará aflicción. No fue si no hasta que aquella Cajita de madera apareció en su habitac...