Capitulo 3

776 51 8
                                    

Martina

Llego al instituto y veo a Liam a lo lejos con unos compañeros, al poco siento el móvil vibrar y lo saco de mi bolsillo. Es un mensaje de él, lo leo mientras entro a clase tratando de que nadie vea la tonta sonrisa que se ha puesto en mis labios al ver que era de él, lo leo:

Buenos días Elen, ¿tienes planes para esta tarde? Se dé un lugar que te gustaría. Contesta.

Dejo la cartera y me siento para teclear un sms:

Mi plan era estudiar... ¿Donde quedamos? Besos.

Recibo al poco un nuevo mensaje de Liam, escucho a mis compañeros entrar y al levantar la mirada veo que Liam acaba de entrar pero no mira hacia mi sitio. Roberta le sigue de cerca y el lleva el móvil a mano ignorándola. Abro su mensaje:

¿Sabes dónde está la pizzería de Alberto en el pueblo? ¿Besos? Mejor dámelos cuando me veas, si te atreves:P

Me sonrojo por su último comentario y le contesto:

Si se donde esta, ¿A qué hora quedamos? Seguro que estas servido de besos, los míos no van a servir para ampliar larga lista.

El profesor entra y yo dejo el móvil en silencio bajo mi pupitre. Al poco de empezar la clase lo miro disimuladamente y veo que tengo un nuevo sms:

A las seis de la tarde. Tal vez algún día cambies de idea:P tráete algo de abrigo.

Le contesto Ok, y guardo el móvil en mi cartera, tratando de seguir la clase aunque mi mente está lejos de aquí. Me siento inquieta, con ganas de reír, de salir a dar un paseo, de todo menos de estar dando clases. Pero debo serenarme y que no me vuelva a pasar lo mismo de ayer.

Cuando las clases llegan al final veo a Roberta salir tras Liam, al pasar por su lado escucho parte de la conversación.

-Esta tarde no puedo-Le está diciendo Liam-. Gracias por tu invitación Roberta, pero tengo un compromiso muy importante al que acudir. Siento verme en la obligación de declinar tu invitación.

-No importa, seguro que encontraremos un momento para vernos. Buenos días alteza.

-Buenos días.

Salgo del recinto sonriente, el tono de Liam era correcto y distante. Me gusta más como es cuando está conmigo. ¿Seré verdad que soy un respiro para él? No sé cómo hemos llegado a esto, pero me muero por volver a verlo.

Voy de camino hacia la pizzería de Alberto. Soy un manojo de nervios desde esta mañana y no he parado de darles vueltas a nuestro encuentro. Me ha costado mucho decidir que ponerme, al final me he decidido por un pantalón vaquero, una camiseta blanca y una chaqueta de punto rosa. El pelo me lo he dejado suelto recogido con dos pasadores, uno a cada lado.

Cuando llego veo a un motorista en la puerta, con una moto negra y el todo vestido de negro salvo por algunos detalles en la chaqueta de cuero. El casco es todo negro y no se le puede ver el rostro. Llego a la puerta y miro hacia la carretera esperando ver a Liam y pensando cómo hará para que no lo reconozcan.

-¡Elen!-Me llama el motorista, reconozco su voz, al mirarlo veo que se ha quitado la visera y dos risueños ojos verdes me observan-. Vamos- Me tiende un casco y sin dudarlo me subo tras él, una vez me pongo el casco. Nunca he montado en moto, pero he de reconocer que la sensación de ir en una de ellas, es como si volara.

Mientras pasamos el pueblo, me debato en si me gusta o no la sensación. Estoy agarrada a la moto pero no me siento muy segura y aunque con vergüenza acabo pasando los brazos por la cintura de Liam para sentir más seguridad. Enseguida que siento su amplia espalda bajo mi mejilla, decido que ir en moto, al menos con Liam es maravilloso.

Mi error fue amar el príncipe ( adaptada ) JortiniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora