𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 8

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Ya ha pasado una semana, nos conocemos, pero eso es todo. No sabía que la extraña relación que no era amistosa, ni de amigos, ni de conocidos, ni de nada, nunca terminaría. ¿Hasta qué punto tengo que aceptar la afirmación de que Lee-soo es necesario por el problema de vivir ahora mismo?

"Definitivamente, voy a pasar las tareas de la casa a la asistenta. Es humanamente desafortunado que padre se esté muriendo de hambre en este momento, pero honestamente, este no es el caso, ¿verdad?"

No hubo una palabra de arrepentimiento, pero Lee-soo le preguntó al secretario Kim, enfatizándolo cortésmente. El Secretario Kim no pudo encontrar nada que decir. De hecho, estábamos avergonzados incluso de conocernos. Habría sido menos si se tratara de un drama sexual normal entre hombres y mujeres. Sin embargo, es un secretario que ha servido en la familia chaebol durante décadas, pero hay una melodía que nunca ha visto antes.

Sin embargo, Lee-soo era el marido gay de Kang Ji-hyeong, que se fue de la mano de la señora, que también era la concubina de su padre. Por supuesto, si pudiera volver al pasado, lo odiaría tanto que agarraría a Ji-hyung Kang por el cuello y le instaría a ir al ejército dos veces. Para una secretaria de mediana edad, esto era un problema de difícil naturaleza. También lo entendía perfectamente. 

Pero no estaba exento de consideraciones. Incluso si mi corazón está roto, Lee-soo se rompe aún más, incluso si estoy molesto, ¿Qué quiere decir Kang Joong-man cuando los padres de Lee-soo están aún más molestos? Quería irme de la maldita casa lo antes posible.

El secretario Kim retrasó la respuesta con una actitud avergonzada. En respuesta, Lee-soo dijo resueltamente que haría las maletas. Si lo bloquea, lo denunciaría y que se preparará para la vergüenza nacional.

"Tengo un ama de llaves que estaba buscando antes de que Lee Soo regresara. Le dire que venga mañana".

"Gracias".

Llegó a tiempo al día siguiente y el ama de llaves era una mujer experimentada de mediana edad que era el caso. Sus palabras suaves y sus ojos rápidos la hicieron encajar perfectamente en su cocina antes de que Isu pudiera decir nada. También era increíble con sus habilidades en la comida. Era el tipo de persona que lo haría bien si pudiera informar adecuadamente del gusto rústico del presidente Cheon-bong.

Esa noche, el suegro, que llegó como un cuchillo a su comida, miró a la extraña mujer. Ella y Lee-soo le saludaron juntos.

"¿Quién es esa mujer?"

Esta era su oportunidad, y abrió la boca con una sonrisa para no tocar el temperamento de un tigre drogado.

"Esta es una ama de llave, estará aquí sin ningún inconveniente padre".

"¿Entonces por qué está aquí esa mujer? ¡No la necesito!"

"¡Oye, no tiene sentido que me quede en esta casa...!"

~ruido~

Una luz parpadeó frente a él. Apretó sus ardientes mejillas y miró a su suegro con ojos asombrados. El gigantesco anciano con la cara descubierta tenía esa expresión cuando Ji-hyung lo trajo por primera vez.

Intentó momentáneamente sacar los puños, pero se mordió los dientes y reprimió su impulso. No era porque fuera un mundo en el que el viejo podía golpear al joven, pero el joven no podía golpear al viejo. Era porque el oponente era el jefe de un chaebol y donde estaban era un espacio cerrado. Aquí, no sabía a dónde lo arrastrarían para someterlo a la tortura del agua al no coincidir con los puños.

"Te dije que te hicieras responsable porque causaste disturbios en mi familia. Si convertiste a mi hijo en un sucio homosexual, y por no mantener una guardia le hiciste jugar con esa perra, ¡deberías ser responsable!"

~𝐻𝑎𝑛 𝐿𝑒𝑒-𝑠𝑜𝑜 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝐿𝑜𝑠 𝐾𝑎𝑛𝑔~ (𝑆𝑈𝐸𝐺𝑅𝑂𝑥𝑌𝐸𝑅𝑁𝑂)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora