~𝐻𝑎𝑛 𝐿𝑒𝑒-𝑠𝑜𝑜 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝐿𝑜𝑠 𝐾𝑎𝑛𝑔~ (𝑆𝑈𝐸𝐺𝑅𝑂𝑥𝑌𝐸𝑅𝑁𝑂)

𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 15

El ambiente de la empresa era sólido desde el vestíbulo más allá de la puerta principal. Mirando al confuso personal de recepción, puedo imaginar lo temperamental que fue la inspiración. El equipo de planificación no fue diferente. Antes de que Lee-soo se fuera a trabajar, parecía que ya había sido convocado uno por uno bajo el mando de Park y estaba destrozado.

"Este plan ha sido rechazado".

Al ver al sombrío líder del equipo Park, espontáneamente tuve fiebre. ¿Cómo lograste tal conglomerado al proyectar sentimientos individuales en la empresa?

"No existe tal cosa, no hay problemas con el plan, así que sigue adelante".

"El presidente..."

"¡Esa inspiración! No, la razón por la que el presidente está enojado hoy es por otra cosa. Solo estás haciendo eso, mira tu trabajo".

Tranquilizó a los ansiosos miembros del equipo e inmediatamente subió a la habitación del presidente. El personal de secretaría que vigilaba el frente de la habitación del presidente tenía los ojos rojos.

"¿Qué dijo el presidente?"

"No, es mi culpa."

¿Qué hay de malo en hacer algo mal? Solo estoy siendo temperamental.

"Ajá, deja en paz a este anciano".

"¡Oye! ¡línea principal! ¿Qué haces regularmente?"

Un rugido estalló en el interior. El secretario, que se llamaba Joo Seon, se puso de pie de un salto ante el grito ignorante.

"Esta bien, me iré."

"Pero..."

"Si entras hoy, Joo seon morirá, yo entraré".

Después de palmear el hombro de la persona que estaba goteando lágrimas, Lee-soo contuvo el aliento. Y con una determinación feroz, abrió la puerta y entró.

"¡Para!"

"¿Por qué estás dentro?"

Una neblina anaranjada pareció elevarse como un tigre enojado desde la espalda de Kang-san contra la brillante luz del sol. Tenía una constitución muy caliente, por lo que no usaba un chaleco en absoluto,  su chaqueta estaba demasiado caliente, por lo que la arrojó a la esquina y se enrolló los brazos. A diferencia del cuero, que se había vuelto bastante suave como un anciano, sus músculos de acero todavía ardían. La nuca rojiza de su cuello parecía estar a punto de estallar.

"¡Bastardo!"

"Ya conocías mis inclinaciones, no te enojes de nuevo. Mi presión arterial sigue alta, así que me voy a caer".

"Oh, ¿vas a hacerte cargo de la compañía después de que muera?"

"No, ¿por qué hablas así? Por qué dije que me como la empresa, porque mi padre fue quien se atrevió a traerme a decir que no. No inventes tonterías. Y no hagas esto en el trabajo. Es realmente vergonzoso".

"¿Qué? ¡¿Te avergüenza?!"

Como si no pudiera hablar correctamente, el suegro empujó el estómago, que era menos pronunciado para un hombre de mediana edad. No era como si una bestia decrépita fuera salvaje. Aún así, sólo para reírse de ello... Para ser honesto, el prestigio era aterrador. Pero había un juramento bajo el hierro número 3 de mi padre de que no retrocedería en lo que respecta a la identidad de género. Es el derecho a la autodeterminación que los palos de golf que empuñaban mis padres que me dieron a luz hasta me partieron los huesos, inténtalo una vez