"Es mi vida que esta en pausa"

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Sentí como llenaban de besos mi espalda descubierta. Abrí los ojos y observe, a través del enorme ventanal de la habitación de Dan toda la ciudad. Estaba amaneciendo y la vista era hermosa. Placeres de la vida, este es uno.

-quédate todo el día con migo- la voz ronca de Dan mmago hasta lo oídos como un dulce melodía.

-¿que hora es?- mi voz sonó Distorsionada.

-las 5. Llama a tus padres y diles que estas en el colegio y pídele a noah que te cubra- estaba poca abajo con mis brazos bajo mi cabeza. Gire al otro lado y vi a un Dan con un sonrisa encantadora, en cabello revuelto y supongo desnudo. En algún momento me quede dormida y el me trajo aquí.

-la idea es Tentadora- sonreí y este se acercó para dar un beso.

-¿entonces si?-

-tal vez- me estire bajo las sábanas blancas.

-bien. Por que ya les dije- junte mis cejas y este se levantó enrollando una Sabana a su cintura .

-¿como?-

-les envíe un mensaje siendo tu. Claro a noah no, y después de amenazarme accedió. También llame al colegio. Ambos estamos enfermos- me guiño un ojo y entro al baño. Un sonrisa de tonta se formó en mi labios. Luego reí.

Cuando mi risa acabo me levanté y fui a su armario. Estaba echo un desastre de bolsas y algunas camisa ordenadas.

Tome la más grande que encontré y me La coloque. Me Emocionaba pasar todo un día, con Aiden, encerrados en su departamento. Seria...interesante.

Salí del lugar y por momento me perdí. Me encontré con un pasillo blanco con puertas blancas. Era cuatro. Una En frente de la otra y el tapiz del piso era negro gamuzado. Esta era la última habitación, así que a la izquierda me encontré con un balcón inferior, me asome y vi la cocina, comedor, muebles. Y lo entendí mejor.

Me fui por el lado donde estaba la escalera y baje con ciudad o por no tener baranda.

Era peligroso, debería ponerle uno. No me quiero imaginar cuando suba las escaleras en medias o ebrio.

Cuando estuve abajo abrí la nevera que aún tenía el platico de nuevo, y no vi nada.

Era de esperarse.

El teléfono local empezó a sonar, así que me dirigí a la puerta de metal y justo al lado estaba la misma pantalla que había al entrar.

Maria cabello.

Junte mis cejas. Mire el reloj y daban las seis ya.

Conteste.

-¿khloe?- una sonrisa pícara apareció en su rostro.

-la misma. ¿Qué haces esta hora aquí?-

-Dani me pidió que le hiciera unas compras. ¡abre me! Que yo si voy al colegio- reí y le di al botón de abrir en la pantalla, luego me pidió mi huella.

Malditos aparatos modernos.

-de una vez...- Dan apareció con una toalla en su cintura, colocó su huella y cuando ya abrió abajo,le dio a opciones, nuevo reciente, puso un clave extraña y coloque mi pulgar en un cuadro azul. Minutos después la maquila dijo mi nombre y me reconoció.

-vaya- Dan ríe entre dientes y de reojo veo como sube las escales. Supongo que se va a vestir.

-¡me encanta como se te ve mi camisa!- luego escuche la puerta cerrase. Reí y espere hasta que Maria tocó la puerta.

Realmente AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora