Rebelde Way x siempre rebeldes

Previas al viaje (II)

------------------------------Narra Mia------------------------------------------------

- ¿no vas a contestarme? - dije mientras me alejaba de Manuel. No podía creer que él me estaba ocultando algo luego de todo lo que habíamos pasado. Le grite-¡ Manuel, no seas grasa, espero realmente que no me estes sacando la vuelta, con una chica! ¿quién es dime? no quiero que me engañes más. Mientras que yo decía esto Manuel solamente se digno a mirar el celular y a reír con una parte de la boca, estaba realmente ¿él riéndose de mi? pensé. 

- ¿No dirás nada? le dije históricamente, mientras lo miraba fijamente, este no mencionó palabra alguna pero me agarro fuertemente de la cintura y me dio un beso interminable. Con esa muestra de cariño entendí que todo lo que le había gritado, no era cierto. Cuando ya me había quedado sin respiración por tan efusivo beso nos separamos y me dijo- Mia, te juro que nada de lo que haga será para causarte un mal, esto no tiene que ver contigo por eso no te lo puedo decir , aún- yo solo lo miré y volví a lanzarme a sus brazos. 

---------------------------------Narra Manuel-------------------------------------------

El beso con Mia me hacía pensar que ya era hora de consumar nuestro amor, no por pedir una prueba del amor que nos teníamos, pero si ya estábamos destinados a estar juntos no había mejor manera de sellar este pacto. Pero, yo le había prometido esperarla y eso iba a hacer, ella no era para mi como las otras chicas, Mia era única, y por eso yo esperaría hasta que se diera el siguiente paso. 

Mia ya me había entendido, había entendido mi secreto , pero no era realmente por molestarla, era que no podía echar a Pablo de cabeza. Desde la última pelea que tuve con Mia, habíamos quedado en ayudarnos, él me había ayudado muchas veces en el pasado ¿por qué no hacerlo yo ahora?  

Los días pasaron, pero Pablo ya tenía todo listo para el viaje. Mora, su mamá, había conseguido un trabajo en la política y había podido devolverle algunas de las comodidades a las cuales estaba acostumbrado, por lo que comprar un pasaje a Perú con tan poco tiempo de anticipación no era un problema para él. Según lo que me había contado en los momentos que me podía escapar de Mia, ya había hecho contactos en Perú para darle una sorpresa a Marizza cuando llegara. Yo estaba muy emocionado, no solo por él sino también por haber sido el complice para que ese encuentro se haga realidad. 

Mia ya tenía las valijas listas en su cuarto, unas valijas rosadas con brillos; en cambio yo iba a viajar con una sola valija negra, una remera y una campera adicional por si teníamos algún problema durante el vuelo. 

solo faltaban llenar los papeles para llevar al aeropuerto 

- Amor, ¿tienes tú pasaporte listo para el viaje? le pregunté a Mia mientras que ella se estaba bañando, lo supe porque su silueta era visible en el vidrio empañado de la ducha, la cual yo miraba con una mirada de deseo. 

- Sí, Manu está en mi mesa de noche, por favor llévatelo contigo y llena un juego de papeles adicionales para mi ¿si?- me lo dijo con una voz de chiquilina 

- Está bien amor- le dije y salí rápidamente hacia la sala 

En eso cuando estaba llegando a los últimos escalones dije - ahhh- tocando la parte derecha de mi cabeza. Me quedé parado, mirando al vació  y me pregunté- ¿esto sería algo relacionado con lo que había pasado meses atrás ?- intente seguir mi camino hacia la sala pero empecé a ver borroso por lo que decidí sentarme en el último escalón de la escalera esperando a que me sintiera mejor para seguir mi camino. 

Me asusté, juro que fue así 

Cuando ya eso había pasado, decidí dejar los papeles en la mesa y llamar al doctor Suárez.

- ¿Aló? ¿Doctor Suárez?

- ¿Manuel? ¿Manuel Aguirre? ¿sos vos? 

- Hola doctor, sí soy yo. Me gustaría pedirle una cita de emergencia para hoy, si se puede. 

- claro, ¿podría venir en este momento?

- Si, está bien tomaré en este momento un Remisse y voy para allá- le dije y colgué el teléfono. 

Salí de la casa sin decirle nada a nadie, el Doctor Suárez era amigo de Franco, pero este sabía que no se sorprendería si iba a ver al médico, ya que como el viaje estaba cerca una revisión de rutina no sería una novedad. 

Cuando llegué a la clínica del doctor, este me recibió sonriente. Era yo, el paciente que había salido bien de la cirugía, el que había recordado toda su vida luego de haber tenido amnesia, pero no se imaginaba lo que le iba a decir en la consulta. 

- Manuel, ¿qué te trae por aquí? - me dijo sonriente y juntando sus manos sobre el escritorio. 

- Doctor, quiero preguntarle y espero me responda con la verdad ¿realmente salió todo bien en mi operación?- le dije asustado y mirándolo fijamente- hoy he tenido un episodio raro luego de meses- agregué.

- Dime Manuel, ¿qué sentiste hoy? ¿alguna molestia? 

- sí, hoy cuando bajaba las escaleras sentí un dolor agudo en la parte derecha de la cabeza y casi llegue a desmayarme, me hizo acordar a los dolores de cabeza que me daban mientras estaba cursando el 4to año en el colegio. 

- Manuel, eso es normal- me dijo tranquilamente- una operación de cabeza no es un procedimiento simple, el cerebro tiene que recuperarse y en esa recuperación puedes sentir molestias- me sonrió- pero por tu tranquilidad hay que hacerte una tomografía en este momento, para ver cómo vas ¿te parece?- me dijo mientras se paraba de su escritorio y se me acercaba para irnos juntos a la sala de exámenes auxiliares. 

-sí doctor, lo necesito- le dije mientras me paraba y lo seguía rápidamente. 

La tomografía no evidenciaba un nuevo hematoma, pero si una mancha pequeña que podía significar 2 cosas, que mi cerebro se estaba curando de la operación anterior o algo que preferí no preguntar.

- Manuel, no hay que preocuparse por ahora todo esta muy bien, pero por si te da otro síntoma o molestia, te prescribiré estas pastillas para que las tomes y sigues con tu vida normal ¿está bien? me consultó mientras que escribía en mi historia clínica lo que había encontrado en mi, luego solo me dio las pastillas y me guió hacia la puerta. 

Mientras salía de la clínica me pregunta ¿qué le digo a Mia?

Tomé un Remisse, el miedo me estaba consumiendo, ¿realmente estaría bien?¿el doctor me estaría diciendo la verdad? Mi corazón quería creer lo que había escuchado, pero mi mente ya había pasado por eso y me aterraba lo que podía pasarme. Las lagrimas se me caían por las mejillas, pero me las secaba rápidamente, debía ser fuerte, se venía el verano y con él un nuevo inicio para mí y para Mia. 

Cuando llegue a la casa, Mia aún seguía bañándose. Ella siempre es de las que se bañan con sales y cremas importadas por lo que no era difícil entender el porqué de la demora. Así que solo me acerqué a la mesa para terminar lo que debía hacer.

Cuando Mia bajo las escaleras me miró llenando los documentos y solo me dijo - ¿tanto te demoraste llenando esos documentos?- yo le sonreí y levante mi mirada hacia ella. Un tierno beso cerro la escena. 

Pero, nuevamente ahí apareció ese dolor molesto, que disimulé muy bien y le dije - Amor, nuestro vuelo sale en 5 horas, iré a descansar un poco antes del vuelo ¿está bien?- ella me miró y me respondió con voz de niña- Dale mi amor, aquí te esperaré ya lista para irnos.

Me alejé de ella pero mientras lo hacía me desviaba de camino, no iría a la habitación sino a la cocina por un vaso de agua para tomar la pastilla que me ayudaría a apaciguar el dolor que sentía en ese momento. 

Tomé la pastilla y luego seguí mi camino hacia el cuarto pero antes de llegar todo se nubló, decidí sentarme en el piso y mientras lo hacía llegue a escuchar ...

- Manu, Manu ¿estás bien? - mientras que alguien me sacudía con fuerza 

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