Capítulo 14. Ocultando El Dolor

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-Ve, yo me encargo de Kol y Finn -comentó Elijah inmediatamente una vez terminada la llamada-.

-Espléndido, en tus manos supongo que al atardecer morirán.

-Me controlaré, Hope necesita a su padre.

-Lo que ella necesita... Lo que necesitamos son aliados para derrotar a nuestra madre -respondió Nik mirando de repente a la Kitsune-.

-¿Qué? No me mires, sabes que estoy completamente a bordo del barco.

Tras unos breves minutos en los que los hermanos discutían sobre quién sería el que fuera a reunirse con Rebekah, la joven McCall nuevamente sintió una extraña sensación, los vellos en su nuca se erizaron cuando giró su cabeza a la izquierda y se encontró nuevamente con la mujer de vestido negro que había visto en el bosque.

-¿Amor? -pregunto Niklaus intentando llamar la atención de la chica, lo cual funcionó pues esta lo miro pero casi de forma inmediata giró su cabeza hacia donde la mujer se encontraba, más esta desapareció- ¿Todo bien?

Michelle se limitó a asentir y se dirigió al interior de la mansión en lo que Nik recibía a alguien más, al entrar la joven se percató primero de un hombre moreno que fijó su mirada en ella con el ceño fruncido.

-¿Oportunidad cual? ¿Ser golpeados? -preguntó una voz bastante conocida para ella, la cual le pertenecía al hombre que hasta el momento le daba la espalda. Este al escuchar la puerta abrirse se dio la vuelta provocando que Michelle se quedará inmóvil en su lugar.

-¿Isaac? -cuestiono completamente sorprendida de ver al chico frente a ella- ¿Qué demonios haces aquí?

-¿Te conozco? Con tantas Doppelgängers honestamente ya no se cual seas, asi que iluminame.

-Kol hermano, no seas descortés con la señorita. Me imagino que tu debes ser Michelle, el ángel tras el cual se ocultan mis hermanos.

Ciertamente la situación hubiera sido más confusa si no supiera que existían diferentes realidades, por lo tanto diferentes versiones de cada uno así que la persona que tenía frente a ella no era su amigo si no un doble de él, aunque eso no quitaba lo escalofriante.

-Y yo supongo que tu eres Finn, por lo que he escuchado eres el Mikaelson más patético y si me permites decirlo, el menos guapo -respondió la chica con una sonrisa burlona mirando al moreno e ignorando por completo la risa que el otro en la habitación soltaba- es realmente un disgusto conocerte.

-¿Pero dónde han quedado mis modales? -se reprendió a sí mismo el joven que era idéntico a su amigo, este se acercó a ella extendiendo su mano- Kol Mikaelson, a tu servicio.

Michelle estrechó su mano con el chico y este caballerosamente llevó la mano de la joven hasta sus labios y depositó un pequeño beso sin dejar de mirarla de una forma demasiado coqueta.

-¡Caballeros! -exclamó Niklaus acercándose a ellos- Me disculpo por dejarlos esperando, supongo que ya conocieron a mi querida Michelle y he traído a un viejo amigo que quiere decirles hola.

-¡Hola! -comentó Marcel entrando detrás del híbrido con una enorme sonrisa- ¿Que hay amigos?

-¿Otra vez tu? Me sorprende que no te aburras de que mi hermano siempre te moleste -hablo Kol intentando molestar al vampiro, una jugada que le pareció realmente estúpida a la joven Kitsune pues los brujos en la habitación estaban encadenados con unas esposas que les impedía usar su magia, así que estaban en completa desventaja, no era algo inteligente hacerlos enojar-.

-Yo quise venir -respondió Marcel riendo mientras se quitaba su chaqueta- Por lo que veo lo mereces- Primero te metiste con Davina, ahora escuche que quieres arrastrar a Rebekah en esto y eso no pasará.

Por Favor, Vuelve A MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora