Capítulo 4. Cacería de Brujas

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Maratón 1/5

-¿Quién era ese? -preguntó Scott mirando con el ceño fruncido hacia el chico que segundos atrás se encontraba charlando con su hermana y que justo ahora les daba la espalda. Michelle no entendía el comportamiento reciente del hombre lobo, últimamente parecía estarla sobreprotegiendo y eso le parecía algo sumamente raro, pues ya tenían muchos años sin ser cercanos y ahí estaba Scott fingiendo que lo eran de siempre.

Lo cierto era que el joven esperaba recuperar la relación que tenían al ser niños y que cambió después de la partida del Señor McCall, antes no había tenido que preocuparse por su hermana pues sabia que Jackson cuidaba siempre de ella, pero ahora sin el chico Whittemore se sentía con el deber de cuidarla y hacer su papel de hermano aunque fuera por primera vez.

Nunca le había tocado verla sufrir a causa de algún hombre y escuchar sus pequeños sollozos en la noche que intentaba que no fueran audibles, pero él al ser hombre lobo los escuchaba con claridad. Se prometió a sí mismo no dejar que nadie volviera a lastimar a su pequeña hermana, la protegerá de cualquiera que quisiera herirla y definitivamente iba espantar a cualquier hombre que se encontrara a menos de 2 metros de ella.

-Creo que es un posible futuro amigo -respondió con una sonrisa al recordar la pequeña conversación que había mantenido con el Alfa, y aunque ya no contaba con el poder de soñar con lo que quería saber sobre el futuro, gracias a Chuck quien aparentemente le retiró esta habilidad para protegerla, debido a que tanto ángeles como demonios habían iniciado una guerra contra los profetas, cualquiera que diera indicios de sueños proféticos era asesinado si se negaban a ayudarlos con sus propios asuntos egoístas que Michelle ni se molestó en preguntarle a los Winchester. Aunque de vez en cuando las imágenes se colaban en algunos sueños, y en una de ellas aparecían los gemelos.

-Espero que no -susurro Scott dirigiendo su mirada de vuelta a la espalda del chico, pero éste ya no se encontraba por ningún lado- ya deberíamos ir a casa, seguramente Stiles tardará.

-Eso es evidente hermanito -la Kitsune al llegar a la fiesta escuchó a la cumpleañera y a su mejor amiga hablar sobre que la primera perdería la virginidad esa noche y al ver el gran beso que le había plantado al hijo del Sheriff, era más que obvio que el chico tendrá acción esa noche, así que sin dudarlo aceptó la idea de marcharse.

Al salir de la casa donde se organizó la fiesta, caminaron un poco hacia donde la joven había dejado el Porsche que Jackson le obsequió una vez que volvió a Beacon Hills de sus pequeñas vacaciones en Londres. Scott era quien conducía y de vez en cuando sonreía al ver por el rabillo del ojo a Michelle cantando Payphone de Maroon 5, que era la canción que se reproducía en la radio en ese momento.

Una vez que llegaron a su hogar, se encontraron con Rebekah quien aparentemente acababa de preparar la cena mientras la pequeña Hope se encontraba en una linda andadera que fue obsequiada por Melissa, la cual ya se había encariñado con ambas Mikaelson.

-Creí que se tardarían más ¿No irían a una fiesta?

-No es nuestro ambiente -contestó Scott después de quitar su abrigo y colocarlo en un perchero. Se acercó a la pequeña Hope quien le sonreía y estiraba sus diminutas manos en su dirección. Michelle y Rebekah observaron la escena con ternura, pues el hombre lobo también había caído en los encantos de la bebe.

-Subire mi bolso, ya regreso -comentó la Kitsune abriéndose camino hacia su habitación.

Al llegar a ella, la invadió un sentimiento de tristeza pues en los estantes de las repisas y en su mesa de noche se encontraban unas cuantas fotos enmarcadas donde aparecía junto a Derek, desde su regreso a Beacon HIlls no había prestado atención a su habitación ya que pasaba la mayor parte del tiempo en la casa de los Whittemore.

Por Favor, Vuelve A MiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora