Estaremos bien | Alexa

24 3 58
                                    

Los Ángeles, California.

Febrero, 2021.

Jugueteo con mi anillo de compromiso, nerviosa.

Willy aún no ha regresado.

Los Hoyers tuvieron un partido amistoso con un equipo de Santa Bárbara ayer, me llamó hace dos horas, avisándome que ya venían en camino.

Hace un año jugaron en Virginia, yo no pude ir por trabajo y pasé dos semanas separada de él.

Cuando viaja a otros estados me es difícil dormir. ¿A otras ciudades de California? Imposible, se transportan en autobús. Los autobuses tienen accidentes de tránsito.

—Eres una paranoica —resopla Jessie—. Seguramente ya está entrando a la ciudad.

—Deberías ir a dormir, pasa de la media noche.

—Lo haría, pero has estado muy nerviosa últimamente. Creo que ya afectó a Willy, ¿se le pasaron las náuseas? Me sorprende que lo hayan dejado jugar.

Me muerdo el labio inferior.

—El doctor Foster dijo que es mental.

Aunque yo sepa que eso no es cierto. No completamente

Dios, necesito hablar con mi marido.

—Oye —acota mi hermana, su tono disminuye y se percibe más a compasión que el regaño anterior—. Willy entrará por esa puerta sano y salvo, solo es cuestión de tiempo.

Asiento con lentitud. Jessica se levanta del sillón individual y me envuelve en un cálido abrazo.

Se despide con una sonrisa y sube las escaleras para ir a su habitación. Esta casa es más grande a comparación de la que vivimos toda nuestra vida.

Las cuatro habitaciones tienen su propia función. Jessie ocupa la segunda más grande, tomamos la otra para un pequeño estudio de música donde suelo ensayar y... la otra permanece vacía.

El segundo piso rara vez se utiliza durante el día, a menos que yo me encierre a componer o Jessie decida tomarse el día para leer.

Willy solo regresa a dormir.

Dormir.

Debería dormir.

Me pongo de pie, apagando la luz de la sala de estar. La de la entrada permanece para que Willy sepa que nosotras ya estamos dentro.

Prendo mi móvil. 00:26 de la madrugada. En definitiva, tengo que subir.

El último mensaje de Willy me hace sonreír.

Esposo zorro:  J a v i e r  d i c e  q u e  t ú  c a u s a s  l o s  m a r e o s.  N o  t u v e  n i n g u n o  h o y.

Yo:  A v í s a l e  q u e   s e  g a n ó  u n a  p a l i z a  d e  m i  p a r t e.

Esposo zorro:  H e c h o.  ;)

Esposo zorro:  P o r  c i e r t o.  M i  m ó v i l  e s t á  a  p u n t o  d e  m o r i r,  t e  v e o  e n  c a s a.

Contenido ExtraWhere stories live. Discover now