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Todo a su alrededor era oscuro, pero no de la forma negativa, al contrario, era el inicio de un nuevo día.

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El sonido de la alarma era bastante curioso, algo casi imposible de imaginar pero eso hacía que su despertar sea bastante grato, una sonrisa en su rostro mientras estiraba su cuerpo para recibir un nuevo día. Claro, sino fuese que la realidad lo golpeó de pronto seguiría tan radiante como siempre.
Sus pensamientos se tornaban poco a poco negativos mientras se vestía para ir a la escuela, necesitaba prepararse mentalmente para lo que venía, sin contar que el sonido del vidrio hizo eco en toda la habitación llamando su atención.

Le parecía sumamente curioso por lo acercó su cabellera rubia no natural, sus ojos oceánicos brillaron de una forma que no creerías que hace unos minutos pensaba una forma de escapar del tormento diario.

──¡Takemitchy! ♡ vine por ti para llevarte a la escuela.

Una sonrisa sumamente gentil lo llenó de vitalidad y valentía porque se sentía fuerte cuando el contrario llamaba su apodo con una dulzura envidiable o bastante empalagosa a los oídos de los demás, su corazón latiendo hizo que asintiera varias veces con la cabeza, no era temor ni obedencia era una amistad tan natural que fluía más y más con el pasar del tiempo, a dos años de su encuentro. El rubio teñido se dispuso a bajar las escaleras de su departamento, despidiéndose de una casa vacía con mochila al hombro, su rostro delicado seria perfecto sin todas esas curitas rodeándolo incluso una mano vendada producto de quién sabe que lío se habrá metido.

──¡Mikey-kun! ¡Draken-kun!──, unos brazos rodeándolo de forma protectora llevando a la sorpresa y al final otra sonrisa.──Buenos días a los dos.

──¿Qué pasó con tu cara, Takemitchy?.

Aunque quiso sonar en burla, tampoco podía ocultar la evidente preocupación reflejado en sus expresiones incluso fue tomado por sorpresa cuando unas manos cálidas se posaron en sus mejillas detallando cada cosa que estuviera fuera de lugar, de a poco el rostro de Manjiro pasaba por muchas transiciones terminando con una pequeña arruguita entre sus cejas por la forma en que los juntaba.

──Takemitchy, hoy también estas herido.

──¿Oh? Ah...ah sí es que soy muy torpe.

──¿Otra vez tropezaste en las escaleras?.

Sonaba incrédulo, sabía dentro suyo que no le creía y sabía que si no había respuestas pronto, un comandante furioso seria capaz incluso de seguirlo todo el día para dar fin a aquellos casuales "accidentes" que rodeaban al solecito de la ToMan todos los días desde...incluso perdió la cuenta, y sí una persona se atrevió a tocar a su alma gemela no viviría para contarlo.

Estar tan cerca provocaba que las mejillas del menor se tiñeran de un rubor tan natural como respirar, era sutil pero lo suficiente para provocar la ternura en el invencible Mikey. Su mano tomó la muñeca derecha ajena para cesiorarse. Más se disgusto por el vendaje que cubría la evidencia de que no podían siquiera posar una mirada en este porque se enfrentarían a las consecuencias. Apretó un poco su agarre tratando de medir su fuerza.

──¿Cuántas mentiras crees que pueda tolerar, Takemitchy?

──M... Mikey-kun...

──¿Sabes qué pasará cuando encuentre al bastardo que se pasa de listo?

El agarre en sus mejillas se intensificó al igual que su mirada, le sorprendía como el más bajo tenía repentinos cambios de humor, todo en supervisión del más alto entre los tres.

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⏰ Última actualización: 5 days ago ⏰

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→𝑅𝑒𝑒𝑠𝑐𝑟𝑖𝑏𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑎 𝑚𝑖 𝑎𝑙𝑚𝑎 𝑔𝑒𝑚𝑒𝑙𝑎 (𝑴𝒊𝒕𝒂𝒌𝒆)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora