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– Vaya, con un novio como Bakugo debes estar volviendote loca –dijo una chica con mechas rubias al otro lado de la mesa.

Habían muy pocas cosas que sacaran a Momo de sus casillas, que se metieran con sus novios eran una de ellas.

– ¿A qué te refieres con "un novio como Bakugo"? –dijo mirándola fijamente a los ojos.

Kirishima, al sentir que la tensión aumentaba, quiso empezar una conversación sobre la tela del mantel pero al ser un tema tan absurdo aquellas dos lo ignoraron.

– ¿No escuchaste mi pregunta? –la pelinegra entrecerró sus ojos, el rubio a su lado acariciaba su pierna en un intento por tranquilizarla.

– Bu-bueno no quise sonar grosera, es solo que siempre fue un problemático, no parecía pensar antes de actuar, digo todos lo vimos amarrado en el festival deportivo ¿no?

Y se soltó a reír como si hubiera hecho el mejor chiste de la historia, eso fue lo único que bastó para que Momo chasqueara los dedos y dos de los guardias que esperaban sus órdenes tomaran a la chica por los brazos.

– Momo qué es esto, era sólo un chiste vamos...

– ¿Un chiste? –sonrió burlona mientras enrollaba algo de pasta en su tenedor– a mí me parece más chistoso ver tu cara en estos momentos. Escúchame bien, nadie va a venir a decirme algo malo de cualquiera de los hombres a mi lado, mucho menos alguien que no puede teñirse bien el cabello.

– Yaoyorozu, YAOYOROZU VAS A PAGAR POR ESTO OÍSTE –dijo la chica mientras se la llevaban a rastras.

– Dios, que ruidosa –sonrió la pelinegra y se giró para darle un poco de pasta a su novio rubio.

– Parecemos tus hijos más que tus novios –rió el pelirrojo a su lado mientras tomaba un poco de vino.

– Tal vez deban empezar a llamarme "mami"

kiribakumomo headcanons y oneshots ✷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora