Enamórate

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Los personajes no me pertenecen, son de la gran Rumiko Takahashi esto es sin fines de lucro solo diversión por y para los fans.

Esta obra se reserva en su totalidad los derechos de autor, prohibida su copia o uso.

Una historia AU (universo alterno) solo tomo prestado los personajes, no necesariamente deben apegarse a sus personalidades.

Advertencia: está clasificada para mayores de edad, puede contener violencia física o emocional así como escenas eróticas y lenguaje soez.

—O—

Después de un periodo de tiempo evitando citas, encuentros casuales y al sexo opuesto en general podría determinar que esa temporada llegaba a su fin; Ranma me gustaba, tenía todo lo que podría atraerme de un hombre pero por sobre todo, poseía mucha fuerza de voluntad. Si bien sabía que en lo carnal congeniábamos de maravilla, aún quedaba camino por recorrer... con mi nalgas pegadas al asiento acolchado de su sexy Harley y con él montándome como todo un semental dejo de lado ciertos pensamientos para entregarme al placer que su miembro provoca en mi interior; hace calor, nuestros cuerpos están mojados por la efusiva actividad, mi corazón palpita desbocado y mientras muerdo mi labio inferior arqueo levemente la espalda, éste parece notar que estoy al borde de un buen orgasmo. Pasa sus dedos por en medio de mis senos y luego su lengua no deja de probar cada centímetro de piel, nuestros jadeos aumentan conforme sus embestidas son más potentes y con la posibilidad de que cualquiera de sus vecinos asome a vernos completamente encuerados clavo mis uñas en su espalda justo cuando llego a ese punto sin retorno, abro la boca para soltar un sonoro jadeo y este gruñe por todo lo alto sin miedo a ser descubiertos.

Con la respiración acelerada no deja de verme a los ojos, se separa lentamente y aunque acabamos de empaparnos en nuestros jugos mi interior reclama cuando lo abandona de súbito, siento mis mejillas arder por desearlo un poco más. Ranma besa mis labios con suavidad y me ayuda a recoger la ropa que traía, mi braga colgaba del manubrio de la motocicleta, quise cogerla pero este la obtuvo antes y la guardó en un bolsillo de su jeans.

—¿Qué haces? —pregunté curiosa.

—Nos vamos de aquí —contestó entusiasta.

—Lo sé, pero lo necesito —insistí. Este se puso la camiseta que no traía puesta cuando llegué y tomó mi mano para sacarme de allí.

—Espera Ranma, ¿a dónde vamos con tanta prisa? —pregunté.

—A mi casa o ¿quieres ir a la tuya? —claro que no, no podía aunque quisiera ya que Akari estaría allí.

El viejito de la entrada nos sonrió, Ranma presionaba el botón del elevador con urgencia mientras mi vista no dejaba de deleitarse en su bien definido perfil y en esos brazos fuertes y largos, sentí mucha sed por lo que tragué saliva instintivamente y en cuanto abrió sus puertas entramos de una sola vez.

—No te dejaré en paz Akane, ya no puedes huir —señaló arrinconándome dentro del elevador, la punta de su nariz rosaba la mía y lo besé porque en realidad no tenía ninguna intención de alejarme de él.

Sus manos recorrían mi cintura para luego bajar por mis caderas, con mis dos manos sobre su pecho lo alejé un poco...

—Faltan muchos pisos todavía—musitó al tiempo que sus dedos buscaban mi zona más íntima.

El elevador se detuvo en el piso cinco, Ranma se acomodó a mi lado posó su mano izquierda en el final de mi espalda y bajó acariciando la prominente curva de mis nalgas, parpadee tres veces al sentir sus dedos palpar la piel por debajo de la faldita, mojé mis labios un poco nerviosa y entonces el ascensor se volvía a detener, bajaban y subían mientras mi entusiasmado amante se adentraba por mis húmedas y tibias paredes, jadee sutil y solo atiné a llevarme uno de mis dedos a la boca.

Dulce y Embustero AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora