Hace años atrás.
El frio y la nieve me cala en la piel, miro mis pies descalzos también me arde pero no tanto como el ardor que hay en mi alma, las lágrimas salen como cuchillos afilados, alzo un poco la mirada para ver el enorme mar.
He quedado en la deriva, estancada en el filo borde del puente, estoy atada de manos con deseos de escapar, mi piel esta marcada de manos que me provocan asco, mi vestido cubre mis piernas manchadas de sangre seca, mi entrepierna duele mucho.
Cierro los ojos y alzo la mirada al cielo nublado la nieve se derrite en mi rostro.
- Ya no soporto, quiero por un momento paz.
Si ahora mismo me aviento nadie me buscara, tardaran en encontrarme, empiezo a caminar por el borde, no tengo miedo solo desesperación de escapar.
Una auto negro se estaciona detrás de mi, oigo la puerta abrirse y no me muevo de mi lugar, miro el mar y solo pienso en que momento saltar.
- ¿Estas bien? - la voz masculina de alguien hace estremecerme a pesar de la nieve que esta congelándome.
- ¿A ti que te importa? - digo en un susurro.
- Lo se, solo quería parecer alguien preocupado.- suelta una risita y yo volteo a verlo.
Sus ojos grises como un día nublado, de un gato buscando su presa, venia completamente de negro, su piel blanca se contrasta con la nieve, mientras me sonríe con coquetería
- Realmente si quieres saltar alzo de una puta vez. - me dice ladeando la cabeza.
Volteo la mirada de nuevo y mi corazón late.
- Solo hazlo no lo dudes. - habla.
- Es irónico que una persona que acabo de conocer me diga que salte. -
- Estas ahí por algo, no soy quien para evitarlo. - habla tan sereno que provoca calidez a mi cuerpo frio.
- Estoy harta de sufrir, aquí todos son animales con piel humana.
- Puedes arrancarles esa piel y torturarlos a tu antojo como los animales que son.
Sonrió y lo miro esos ojos oscurecidos, - no tengo a nadie que pueda ayudarme, pero gracias por nada. -
Mis piernas se vuelven débiles y dejo mi cuerpo caer del puente, mi vista es el cielo al momento que caigo hasta que el agua helada choca con mi espalda, no intento nada solo dejo que mi cuerpo se hunda.
Cierro los ojos y me dejo llevar, siento unas manos en mi cintura, que me sostienen con fuerza y me sacan a la superficie.
Abro los ojos y escupo el agua que trague, miro a mi lado y estaba el tipo de hace un momento mojado mientras me miraba con un sonrisa burlona.
— Eres muy interesante.
Respiro con ardor por el agua, me ayuda a levantarme y el auto nos espera, me entrega un abrigo y me guía hacia la parte trasera.
Al entrar mis ojos se vuelven cansados y me dejó ir a un abismo negro.
Cuando abro los ojos me encuentro en una cama enorme, la habitación es negra completamente.
Miró que no llevo la ropa mojada y vuelvo a sentir pánico.
— Tranquila, no te hice nada. — una voz masculina me hace mirar hacia esa dirección.
En la esquina de la habitación se encontraba el mismo chico sentado con un pantalón negro y camisa blanca, sus ojos grises me hacen sentir bien.
— ¿Quién me cambió? — digo en un susurro ya que la garganta está adolorida.
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ASTRID ©
RomanceAstrid Angelis es una mujer con una belleza que embelese y un peligro latente, es una chica mala, una bastarda para algunos y una diosa para otros, ella es de esas de las cuales no te puedes enamorar, es intocable, inaccesible, irreal y una mujer ve...