¡ 𝗾𝘂𝗮𝘁𝗿𝗲 !

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Habían pasado ya dos días desde lo último que pasó entre Hyunjin y Jeongin. Era sábado y el chico de cabello azabache estaba en la casa de su abuela, ayudándole en algunas cosas.

El viernes todo el día en la escuela, Hyunjin lo ignoró y ahora todos hablaban sobre Jeongin, comenzando a decir que tenía algo con la maestra de inglés. Ese día fue un total desastre para él, no podía mirar ni un segundo a Hyunjin porque este se daba cuenta y se iba lejos de la vista de Jeongin. Se sentía demasiado excluído de su mejor amigo.

Tenía que vengarse y ya tenía listo aquello, sólo faltaba el momento perfecto. Aunque hablarle a Hyunjin en estos momentos, no era buena idea, pues sabía que lo iba a ignorar.

-Innie, ve afuera y recoge las sábanas blancas, ya están secas -le decía su abuela.

Sin reproche alguno salió para hacer lo que su abuela ordenó, quitando sin ánimos cada una de las sábanas hasta que vio a alguien parado a lo lejos. El chico de cabello oscuro ladeaba su cabeza de forma confusa, frotando sus ojos con las sábanas limpias por si era que alucinaba.

« ¿Qué demonios hace Hyunjin aquí? » Pensaba Jeongin.

Se quedó unos momentos estático sin hablar, hasta que el pelirubio fue quién se acercó hasta él, ayudándole a quitarle las pocas sábanas que quedaban. Jeongin realmente no entendía cómo se atrevía a ir hasta donde él estaba luego de haberlo tratado terriblemente en la escuela.

-¿A qué viniste? -Preguntó el menor mirándole sin gesto alguno.

El pelirubio soltó una risa por lo bajo.

-Recuerdo que las pocas pijamadas que teníamos tú y yo en secundaria, veníamos aquí a casa de tu abuela a ayudarle y jugábamos un poco -hablaba Hyunjin, dejando las sábanas en el cesto y después acercándose más a Jeongin -, íbamos al río a nadar- hizo una pausa y esta vez miró fijamente al menor.

-¿Y qué necesitas?

Hyunjin se sorprendía internamente al ver el comportamiento de su mejor amigo, pues él no era para nada cortante ni seco.

-Te fui a buscar a tu casa porque dejé unas cosas ahí, quería que me las devolvieras, ah, también porque debemos checar la tarea de física, ninguno de los dos somos buenos y somos equipo, ya se entrega el martes y no llevamos nada.

Jeongin chasqueó su lengua, soltando un suspiro pesado despues. Tomo en sus brazos el cesto de las sabanas limpias y lo llevó adentro, mientras que Hyunjin le seguía el paso. El de cabello oscuro no quería admitir que estaba feliz de que su mejor amigo le buscara, su corazón latía rápida y fuertemente, por eso quería alejarse de él, porque temía que escuchara sus latidos.

El paso fue detenido por el agarre de Hyunjin en el brazo del contrario, el cual, Jeongin, volteó a mirarle un tanto confuso por aquella acción.

El pelirubio aclaró su garganta y después miró a Jeongin a los ojos.

-Perdón por lo de ayer y anteayer, no supe qué hacía, me dejé llevar y si te lastimé de cualquier manera, también perdón -decía sin apartar la mirada del menor -. Somos mejores amigos, ¿no?

« Mejores amigos. »

-Claro -sonrió falsamente el azabache.

Ahora no se iba a quedar así, Jeongin tenía un plan.

-Ya que estamos aquí, ¿te parece revivir los buenos recuerdos yendo al río a nadar? -Decía emocionado el pelirubio.

-Oh, justo te iba a decir sobre eso, le avisaré a mi abuela, quedate aquí y ya vengo -avisaba Jeongin.

ッᝍ 𝗩𝗶𝗮𝗴𝗿𝗮 • ꒰ hyunin ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora