¡ neuf !

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Sus pastillas especiales ya estaban listas, sólo utilizaría una, no es tan malo para darle dos, eso sería acabar en definitiva con la vida de su llamado mejor amigo, no sólo le costaría la vida a Hyunjin, sino que también a su gran amigo de abajo,...

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Sus pastillas especiales ya estaban listas, sólo utilizaría una, no es tan malo para darle dos, eso sería acabar en definitiva con la vida de su llamado mejor amigo, no sólo le costaría la vida a Hyunjin, sino que también a su gran amigo de abajo, todos saben esa referencia. Jeongin se tardó en triturar aquella pastilla, temiendo que Hyunjin sospechara algo. Con temor, metió todo el contenido de la pastilla en un vaso de plástico que tenía color para evitar que se notara lo blanco de la pastilla y también agregó un poco de endulzante para hacer la bebida más dulce. Misma técnica que usó la primera vez. En cuanto a sus heridas, fue rápido, limpió bien y un curita/bandita fue la solución.

Caminó con el vaso preparado, esperando que todo saliese como él planeaba.

—¿No te dolió? —Preguntó de inmediato el pelirubio que vio llegar a su amigo.

—Oh, sí, mucho, pero soportable —respondió mintiendo, pues en realidad el dolor no es tan fuerte como otros (como su corazón roto) —. Te preparé agua, tómalo todo en forma de disculpa por todo.

Mentira también. Aquí el único que debe pedir perdón y de rodillas es Hyunjin, que de inmediato recibió el vaso.

El pez ha mordido el anzuelo.

—No, Jeongin, no debiste hacer esto.

—Tú bebe, no importa.

El chico pelinegro se sentó a un lado de su mejor amigo que tomó trago tras trago de aquella ingeniosa preparación hasta que lo bebió todo.

—Wow, estuvo muy rico. Últimamente has hecho ricas bebidas.

Claro, es azúcar.

—Oh, es el fruto de vivir solo —se rió, tomando su celular para checar la hora y comenzar a contar tiempo en que haría efecto —.

—Perdón por cómo te traté, no sé cómo recibir tus disculpas.

Jeongin sólo miró en silencio.

—Lamento no corresponderte, pero sólo somos amigos y no quiero perder tu amistad.

El menor seguía sin responder, mirando atentamente al rubio.

—¿No me dirás nada?

Y no respondió. Tomó el vaso donde antes había bebido el mayor para llevarlo a la cocina. Jeongin quería cubrir lo nervioso que se sentía, su corazón latía con total fuerza. Luego de tirar el vaso, levantó su mirada, topándose con el paquete de esas pastillas azules. Se había perdido en sus pensamientos, preocupado por no haber guardado las evidencias, pero ya era tarde, detrás de él estaba de pie el mayor mirando fijamente aquel paquete de pastillas.

—¿Qué es esto? —El más alto tomó las pastillas y se las enseñó.

—Era pa-para mi herida —su voz temblaba y tartamudeaba—, me dolía demasiado y es un-

ッᝍ 𝗩𝗶𝗮𝗴𝗿𝗮 • ꒰ hyunin ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora