Uchiha Kyomi | Segunda temporada

Capítulo XXXIII: Fantasma del pasado

Ataque, tras ataque, no eran los mejores resultados, pero al menos estábamos debilitando su escudo poco a poco. Sentí como el chakra de todos se empezó a movilizar, empezaron a luchar, con el objetivo de talar el Shinju.

Por fin nos acostumbramos a la velocidad de Obito y Sasuke y Naruto casi logran asestar sus ataques, pero esa cosa negra era bastante fastidiosa. Traté de atacarlo mientras estaba ocupado, pero al final, nos terminó atrapando a los tres para después estrellarnos contra el suelo, creando un agujero inmenso.

Obito empezó a decirle varias cosas a Naruto. Trataba de convencerlo de que este mundo ya no tenía salvación, de que en algún momento él volvería a estar solo.

— Ya me cansé de escucharte parlotear— me dirigí a Obito mientras me levantaba— Y Naruto es demasiado amable como para decírtelo directamente. Él único que ha perdido la esperanza en este mundo eres tú

— Lucharemos por este mundo y por su futuro— Sasuke continuó y ambos nos acercamos a Naruto— Muchos recuperamos lo que creíamos perdido, no nos rendiremos fácilmente

— Nunca retrocederé a mi palabra— finalmente, Naruto respondió y se levantó— Porque ese es mi camino ninja

— Chicos, esta vez, lo haremos juntos

Ambos asintieron, voltee a ver a Jūgo para que se retirara del lugar. Los tres combinamos nuestros chakras, Naruto con el chakra de Kurama, Sasuke con su Susano y con con el senjutsu. Era la mejor combinación que he visto, ataque y defensa. El Susano de Sasuke envolvió por completo la forma del Kyubi y mi senjutsu hizo que se volviera de color turquesa.

Obito comenzó a hablar sobre la espada de Rikudo Sennin, la formación del mundo, que es invencible y blah, blah, blah. Parecía querer asustarnos con su poder.

— Chicos, solo tendremos una oportunidad— nos habló Naruto de forma discreta— No podemos perder de vista esta apertura

Naruto empezó a formar varios rasengan y yo les agregué el modo sabio. Nuestros compañeros se adentraron a cada una de las colas. Les confiamos a cada uno un rasengan, ellos atacaron directamente el escudo y cuando estuvo lo suficientemente debilitado, Naruto y Sasuke se encargaron de atravesarlo con la espada, yo dirigí todo el chakra de la naturaleza a la punta de la espada. Rompimos el escudo y traspasamos la espada fácilmente y logramos cortar un costado de Obito

— Lo hicimos— dije al observar como el chakra de los bijus salía de la herida

— ¡Ahora! debemos recuperarlos

Naruto sacó el chakra que tenía de los demás bijus y los unió, a excepción de Matatabi, Shukaku y Hachibi, pues no poseía el chakra de estos tres. Yo me encargaría de Matatabi, después llegaron Gaara y Bee, cada uno empezó a jalar a su biju correspondiente. y Sorprendentemente, todos los demás vinieron

— Naruto, nos dijiste que te ayudáramos— esa era la voz de Kiba— Y lo haremos hasta el final

— Chicos...

— No solo nosotros— siguió Shikamaru

Lord Cuarto llegó y nos apoyó para que todos nos pudieran ayudar a tirar. Pasaron algunos minutos, era difícil, a pesar de que éramos demasiados. Llegó un momento en el que sentí un ligero cambio en el chakra de Naruto, voltee a verlo y estaba como en trance. Eso solamente duró unos tres minutos y, finalmente, pudimos rescatar a los demás bijus.