𝙜atitos ⎯ beomhyun

O1 ! besitos en el nido

taehyun movía su colita de forma pacífica mientras sentía la lengua de beomgyu en sus orejitas, se sentía gracioso y a veces chillaba por eso mismo, incluso se ponía de panza esperando mimos. tal vez era una maña que había adaptado de tanto convivir con el perrito del mejor amigo de su dueño; yeonjun, pero no podía evitarlo, le causaba sueño e incluso le hacía sentir amado.

sus orejitas se alzaron cuando la puerta se escuchó ser abierta, y de forma rápida, se alejó de beomgyu para ir a la entrada a esperar a ese chico de cabello negro con un mechón blanco que siempre le besaba su nariz.

amaba sentirse así, soobin siempre le transmitía su amor, y él era tan mimoso que no podía evitar pedir más y más, aunque a veces creía que eso hartaba al mayor.

— ¡hyunnie! — taehyun achinó sus ojos maullando de un segundo a otro. los brazos de soobin lo alzaron y después lo subió a su regazo, transmitiendo caricias y suaves roces en su pelo, comenzó a ronronear seguido sintiendo sus dulces deditos causando su sueño.

— lo odio.

— ¡no puedes odiar a soobin, él es amor! — beomgyu negó, alejándose moviendo su cola de forma feroz mientras ignoraba el llamado de su dueño.

suspiró y se echó atrás en el sofá, taehyun restregó su carita en su rodilla sin prestarle atención a lo demás, sabía que su dulce dueño estaba hablando, y que parecía ser importante pero él no podía escuchar más que sus ronroneos.

y se durmió, cayó dormido con el pasar de los minutos.

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abrió sus ojos de poco a poco, encontrándose en la oscuridad de la sala, sin soobin, sólo él ahí con su cabeza enterrada en el cojín.

sus ojitos se cristalizaron y quiso llorar, por eso dejó caer su cabeza más al fondo del sofá.

— ¿bonito?

— no te quiero ver, beomgyu.

aquel lo ignoró, rodó sus ojos y se subió con elegancia al sofá. se acomodó cerca del gatito, dejando suaves besos en sus pelitos. taehyun intentaba ignorarlo, pero no podía, le gustaba, y por eso se acercó más, sintiendo el toque de la nariz del mayor en sus orejas.

— me dejó.

— ya es noche.

— aquí solito.

— estaba cansado.

— y sabía que me gusta estar con él.

— tuvo mal día, eso te estaba contando.

— no me gusta que me deje aquí.

— creo que kai lo besó o algo así.

— me siento mal, mi pechito duele.

— es mejor para mí, soobin es muy tonto para ti.

— él no ha vuelto, sabe que me da miedo estar solo.

— yo soy mejor si le permites decirlo.

— quiero llorar.

beomgyu por fin le puso atención, e ignoró esa sensación de tristeza mientras volvía a besar su cabeza. taehyun le sonrió con sus ojos llorosos y lo aceptó, aceptó todo eso para ignorar esa opresión.

en ese pequeño nidito que creaban ambos cuerpos fue donde durmieron, solitos en la oscuridad.

uno pensando en su vida con el gatito de al lado, mientras que el otro pensaba en alguien más.