19 ! nueva estación

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soobin lo cargó y taehyun se quejó. se negaba a ir a esa cafetería de nuevo, ¡no había nada que le gustara, todo sabía feo! PERO SOOBIN NO ENTENDÍA ESO POR MÁS MAULLIDOS QUE SOLTABA, Y AÚN MÁS CUANDO BEOMGYU IBA CAMINANDO CON VELOCIDAD PARA LLEGAR MÁS RÁPIDO.

— eres un perezoso.

— ¡porque tú me estás obligando a comer a esas cosas feas cuando puedo comer cucarachas, ¿entiendes?! cu ca ra chas.

soobin fingió que le entendió, pero taehyun sabía que era mentira. una muy mala que hizo doler su corazón.

abusivo.

soobin lo ignoró, dejando caer a taehyun a un lado suyo mientras beomgyu se aplastaba en su regazo.

pidió pay de queso, café helado y croquetas para ellos.

fue rápido corto y ya, porque tampoco quería estar ahí conversando, él sólo iba a comer y pasársela bien con sus gatos, no más.

aunque es bien sabido que uno no consigue lo que quiere tan sencillo, y eso le quedó en claro después de que los platos con comida fueron dejados en la mesa, pues él, más allá del vidrio pudo ver a kai de la mano con un chico rubio bajito, el cual iba tomando su mano con cuidado, mientras que en su hombro hacia un bolso, uno pequeño con diseño de peluche.

soobin sonrió ese calor en su pecho, y aquí dolió más cuando notó su mano jugar en su estómago de forma calmada, sonriendo cuando miraba abajo por el pequeño bulto que se asomaba.

y ahí fue donde entendió que, él fue el otro.

eso le aclaró las veces que kai se negaba a tomar su mano, o que lo besara en público, y lo especial, el que le dijera cuánto lo quería a la vista de los demás. no porque fuera necesario, si no porque él era un tonto enamorado del amor, y le quería hacer saber, demostrarle lo mucho que lo quería con palabras si es que con el afecto no podía.

pero de igual forma no había válido la pena.

la lágrima resbaló por su mejilla e intentó ignorar el nudo en su garganta tomando un poco de café. pero no funcionó.

no había funcionado al igual que su amor, el cual era sólo suyo, porque kai jamás lo amó.

taehyun y beomgyu se acercaron, rozando su nariz con la tela del pantalón de soobin. pero este no les prestaba atención, no podía, no quería.

suspiró, esperando que el suspiro fuera lo suficientemente capaz de llevarse no sólo lo dañino de su cuerpo, si no también ese amor del cual solo quedaban suspiros y espinas que jamás había merecido.

y fue ahí donde el otoño cambió a invierto, dejando que las llamas de ese amor se cubrieran de la nieve, la cual en la primavera se iría, y dejaría en claro que soobin estaba listo para un nuevo amor, que había superado todo, y que, sólo se necesitaba a sí mismo y a sus gatitos.

era mejor así que, fingir y creer algo que jamás había sido.

𝙜atitos ⎯  beomhyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora