JISOO
- ¡KIM JISOO!- Gritó Rosé, entrando hecha una furia a mi habitación sin molestarse en tocar la puerta antes. Tenía los brazos cruzados a la altura de su pecho y el ceño fruncido.
- ¿Ahora qué quieres?
- Es increíble que seas incapaz de lavar el maldito plato que ensuciaste en el desayuno cuando ya son las seis de la tarde.- me reprendió.
- Ya lo voy a lavar, inepta.- Respondí con tono de burla.
- ¿Cómo me dijiste?
- I-n-e-p-t-a.- deletreé lentamente. Rosé frunció más su ceño, y casi podía ver el humo saliendo por sus orejas.
-No me retes, Kim Jisoo, porque estas colgando de un hi...- Rosé dejó la oración a medias cuando levantó la mirada y se dio cuenta de que lo único que yo tenía puesto era ropa interior. Aclaró su garganta y continuó con su amenaza.- Como te decía, estas colgando de un hilo y fácilmente puedo buscar una orden de desalojo para que te saquen de aquí.
- Suerte con eso.
Salí de mi habitación, y dejé a Rosé hablando sola. Me reí silenciosamente porque me parecía gracioso verla tan alterada por cosas tan simples como que no había lavado un plato. Y luego de que lo hice, abrí el refrigerador para buscar algo de tomar.
Todas las cosas que estaban ahí dentro tenían un post it que decía Rosé. Revisé los gabinetes y me encontré con lo mismo.
No me sorprende que sea tan inmadura, pensé.
- ¿Sabes por donde te puedes meter tus post its?- Grité, esperando a que Rosé me escuchara y viniera a discutir conmigo.
Abrí un cereal que encontré en uno de los gabinetes y quité el post it, lo dejé tirado en el mesón a propósito y comencé a comer. Al principio pensé que sería una buena idea para molestar a Rosé, pero el cereal sabía horrible y tuve que escupirlo y guardarlo de lo asqueroso que era.
- No sé cómo te puedes comer eso.- Grité nuevamente. Rosé en ningún momento salió de su habitación ni la escuché pelear.
...
- ¿Cómo le fue a mi bebé en su primer día de clases?- Jennie me preguntó, con voz maternal.
- Bien.
- Ay, mi pequeña va a ser toda una política.
- Anda preparando tus trajes que Kim Jisoo se convierte en presidenta en el dos mil treinta.- Le dije en broma.
- Espero un buen puesto como vicepresidenta.
- Tal vez seas la imagen de Estados Unidos... O mejor, te pongo en el billete de cien dólares.
- El país se volvería tan popular que hasta los extraterrestres vendrían a visitarnos.
- Oh, cuidado con tu ego.- la molesté.
- Cállate... ¿Cómo has estado, chu?
- Digamos que bien.- respondí, no muy convencida.
- Habla con la doctora Jennie, cariño.- murmuró con la voz ronca.
-Eso... Eso sonó demasiado raro.
-Habla y ya.- me ánimo, riendo.
-Mmm, los padres de Roseanne y los míos nos compraron un apartamento en Los Angeles. Es perfecto, tiene vista a la playa, una cocina gigante y un balcón en el que dan ganas de quedarse todo el día. Pero hay una sola cosa que cambiaría.
- ¿Las sabanas no son negras y no combinan con tu alma?- me molestó.
- Las sabanas, las camas, los muebles, el baño y la cocina son negros.- le informé.- Pero no es eso... Es Roseanne, no sé si siempre ha sido así de insoportable o si es algo nuevo. Tal vez antes no lo notaba porque me tenía hipnotizada, pero ahora es un infierno. No tenemos ni una semana viviendo juntas y ya quiero arrancarle la cabeza.
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HERE } ChaeSoo - ADAPT (Finished)
RomanceSECUELA DE GONE. Cuando somos niños y aprendemos a caminar, parecemos estar inconformes con eso, no queremos dar pequeños pasos o que alguien nos lleve de la mano, no, queremos hacer mucho mas. Y es por ello es que empezamos a correr. Corremos de lo...