Cap 15 Una mentira y una verdad

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Vi como tenía su mano en la mejilla de aquella mujer aquel beso sentí que duró una eternidad no podía torturarme más, me levanté de aquella silla viendo cómo todos me miraban confundidos cuando le dije a Amelia que nos fuéramos al borde de llorar y viendo cómo Alexa volteaba ver hacia donde yo estaba ví como palidecio como si hubiera visto un fantasma y salí de allí seguida por Amelia quien ya en el estacionamiento me alcanzó y me abrazo fuerte mientras no aguante más y llore, llore de rabia, llore de decepción, llore por todos estos sentimientos y por todo Amelia en ningún momento me dejó de abrazar más bien me sostuvo más fuerte y acaricio mi cabello llore hasta un punto dónde no se que pasó.

(Narra Amelia)

Sabía que esto no era buena idea me repetí mientras recostaba a Elise en la parte trasera de mi coche conduje hasta mi apartamento que no quedaba lejos, al llegar me parquee en el estacionamiento privado del edificio y cargue a Elise subir al elevador y en pocos minutos ya habíamos llegado decidí acostarla en mi cama y yo dormiría en el sofá no quería que ella malinterpretar nada.

Tal vez si Verónica no la hubiera visto ese día en ese restaurante con esa mujer, Elise no estuviera así, la culpa me carcomía, si se que insistí para que aceptará salir conmigo y que ella no quería también se que no le gustaban mis insinuaciones pero soy así una idiota en la superficie como si fuera una coraza pero muy dentro de mi soy otro tipo de persona, la yo que se viste de zorra es una máscara, la yo que es extrovertida y que no tiene miedo de hacer insinuaciones es otra máscara.

Estaba perdida en mi pensamientos sentada en el piso de mi habitación apoyada de la cama dejando que mis pensamientos se apoderarán de mi, era mi culpa que Elise hubiera llorado por tanto tiempo y que se quedó dormida, escuché como un pequeño sollozo me sacaba de mis pensamientos me pare rápidamente para sentarme al lado de Elise quien despertó y sigue llorando casi como una bebé.

-Shhh, está bien todo estará bien cariño dije acostándose a su lado abrazándola.

-No, no lo se, no sé porque lloro tan dramáticamente joder yo le hice lo mismo en la universidad pero al menos fui responsable por mis sentimientos antes de encaminarme en el infierno de vida que decidí vivir le dije que lo de nosotras no podía seguir dijo entre sollozo tome un pañuelo de la mesita de noche seque sus lágrima aunque seguían bajando más.

-No es drama Elise tienes derecho a llorar, te duele, has pasado por mucho está bien puedes ser débil ahora, está bien todo estará bien, puedes llorar tanto como quieras yo no te voy a juzgar dije abrazándola y ella se dió la vuelta recostó su cabeza en mi pecho y me abrazo lloro todo lo que necesitaba, dejando ir todo aquello que dolia, lloro por segunda vez hasta quedarse dormida.

La culpa se sentía como una daga en mi pecho ella no merecía esto, yo no la merecía pensé mientras acariciaba su cabello rubio aquellos ojos verdes ahora rojos e inchados de tanto llorar su rostro algo rojo su respiración un tanto irregular le di un suave beso en la frente y llore tanto y en silencio había lastimado a la persona que me gustaba, la amiga de mi prima y la misma que en los veranos que iba con mi prima a nuestro pueblo natal nos hacía reír a todos la misma que iluminó muchos instantes la misma de sonrisa brillante la había hecho llorar y era mi culpa por llevarla allá egoístamente a hacerle ver una verdad que ella no quería.

Sentí mis lágrimas tibias seguir bajando por mis mejillas mojando mi cuello y también la almohada, por un momento me arrepentí pero prefería la culpa de decirle a tiempo que esperar a que sea más tarde.

Me dormí abrazando a Elise tan fuerte como si quisiera reparar cada fragmento roto de su corazón.

-Tal vez no debí sentir esto por ti pero el corazón es necio, lo celos traicioneros y la culpa es un dolor que voy a sentir por un tiempo no quería hacerte llorar pero todas las verdades duelen mi amor dije antes de quedarme dormida.

-Lo sé, no es tu culpa duerme que la únicas culpables somos ella y yo escuché a lo lejos una voz más tranquila y dulce como ver un arcoiris luego de una tormenta sentí como me abrazaban de la misma forma en que yo la abrazaba se siente tan cálido fue mi último pensamiento.

(Narra Elise)

Lo desconocido y los malentendidos caminan de la mano pensé correspondiendo aquel abrazo cálido que me brindaba la persona menos pensada cayendo por un en un sueño profundo y tranquilo, sintiéndome cálida y seguirá después de todo "lo que rápido llega rápido se va" me repeti.

(Narrador)

Aquella noche fue como si dos mitades formarán un entero, Elise no se sintió perdida ni Amelia vacía ambas durmieron tan plácidamente casi olvidando que dormir en el ojo del huracán era más peligroso que dormir en el huracán mismo con los minutos pasaron las horas llegando el dia tan brillante y luminoso como podría ser.

Amelia sintió como la luz se colaba por la ventana dando directo en su rostro obligándola a abrir los ojos lentamente adaptándose a la luz sus ojos azul zafiro vieron con atención el rostro de Elise que aunque con los ojos algo inchados y mejillas algo enrojecidas se veía más que hermosa para Amelia quien la veía detalladamente desde sus ojos inchados, mejillas enrojecidas, nariz fina también algo roja y sus labios esos labios gruesos que se encontraban rojos se veían tan bien tenía tantas ganas de besarla, abrazarla y nunca más dejarla que se sintiera sola o triste.

Mientras que Elise quien ya había despertado no se dignaba a abrir los ojos por vergüenza la noche anterior se había comportado como una bebé o eso ella pensaba tenía ese complejo de minimizar sus sentimiento y emociones como su ídola Lena Luthor solía organizar sus emociones en pequeñas cajas.

Amelia noto que Elise estaba despierta y sus mejillas se tiñieron casi de rojo carmín igual que sus orejas y sonrió algo nerviosa antes de hacer un chiste idiota después de todo también estaba avergonzada por haber mostrado a su verdadera yo, una mujer tierna, cariñosa y bastante empática.

-Si la princesa no despierta, no tendré más opcion que darle un beso para sacarla de su hechizo dijo Amelia viendo a Elise aún con los ojos cerrados y el doble de sonrojada.

Amelia fue acercando se al rostro de aquella rubia cuando estaban a escasos centímetros no sé si por deseo, por amor o por la tensión del momento Elise acabo con aquella distanta besando aquellos labios rosados suaves que correspondían con un tierno beso lento casi suplicando por no despegarse de su lado, de sus labios.

Amelia se sintió en el cielo al probar aquellos labios que tanto deseaba, anhelaba tanto no ser la única que sintiera que aquel beso fue más que un beso fue magia, fue maravilloso.

Ambas se alejaron por falta de aire sonrojadas hasta más no poder se miraron el verde de los ojos de Elise casi desapareciendo por lo dilatadas que estaban sus pupilas al igual que el azul de los ojos de Amelia ambas miraban sintiendo deseo que no estaban listas para aceptarlo tal vez no ahora pero si lo harán ambas tenían ese presentimiento casi como una amenaza.

Nota del autor:lo prometido es deuda la inspiración volvió después de 4 días espero que les guste <3

La soledad en su máxima expresión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora