cap 05 Un espacio lleno de nada

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(narra narrador)

La luz del sol se colaba por la ventana transmitiendo su brillo y calor para desgracia de Elise quien no durmió tanto como hubiera querido, se movió un poco en su cama y abrió los ojos lentamente adaptándose a la luz que para mala suerte estaba en su rostro, se estiró un poco y se acomodo mirando el techo y las paredes blancas de su habitación.

Ella sabía que era hora de aceptar la verdad, no podía desperdiciar su nueva oportunidad de empezar de nuevo y ser feliz pensó como si la tenue luz que entraba por su ventana más que transmitirle calor y molestia le transmitirá un poco de su energía, ella sonrió pensando "hoy sería un buen día" se levantó de la cama y se dirigió al baño para darse un buen baño y cepillarse los dientes.

Luego de media hora y un rato eligiendo que ponerse bajo a la cocina, preparo el desayuno favorito de su hija y lo sirvió para luego subir a despertarla tenían una conversación pendiente, tocó la puerta de la joven y escucho rápidamente el sonido de alguien callendo se de la cama y varios murmullos sonrió internamente.

-Mi vida baja a desayunar y dile a tu amiga que también puede bajar a desayunar y que es peligroso tener delirios de Romeo dijo lo último riéndose para volver a la cocina

se sentó dispuesta a comerse tranquilamente esos huevos revueltos con tocino, tostadas y una buena taza de café, no pasaron ni diez minutos cuando vio bajar a ambas jóvenes se rió mentalmente de lo culpables, avergonzadas y un poco asustadas que se veían en comparación cualquier oveja camino a un matadero se vería más feliz que ese par cuando se sentaron con más miedo que vergüenza la mayor empezó a hablar antes de escuchar el montón de excusas.

-Primeramente un gusto conocerla joven, mi nombre es Elise Isabella Miller como ya sabe soy la madre de Sofía dijo seriamente presentándose.

-Un gusto conocerla señora Miller, mi nombre se Felicity Valeria Martin Duvall dijo aquella joven de piel blanca pálida, cabello largo y negro ojos color verdes azulados con la misma seriedad y formalidad estirando su mano para salud estrechando así sus manos formalmente.

-Bien ahora que nos presentamos como gente decente y con educación necesito una explicación señorita y una buena razón de porque no debería castigarte por 2 meses dijo severamente ambas jóvenes se mirando una a la otra.

-No tengo una razón válida, solo tenía algo de miedo a que esto pasara que no aceptarás que tuviera novia dijo Sofia con una expresión entre tristeza y decepción.

-Señora Miller, me gustaría que por lo menos lo hablemos antes de que pueda negarse a nuestra relación, amo a su hija y no tengo intención de rendirme si se trata de ella dijo valiente mente la joven pelinegra provocando una pequeña risita de parte de Elise.

-¿Cuando dije que me oponía? Dijo calmando su risa y tomando un poco de su café ambas jóvenes se quedaron incrédula aquella respuesta antes que pudieran decir algo la mujer continuo -Estarás castigada no por tener novia o que sea mayor que tu sino por dejarla entrar a tu habitación a altas horas de la noche, ocultarlo y por pensar que no me enteraría dijo finalizando aquella sentencia

-Señora Miller ¿Eso significa que podremos estar juntas y que podré venirla a visitar y ella podrá ir a visitarme? Pregunto con ilusión Felicity, Elise viendo cómo a su nueva nuera se le iluminaban los ojos de solo imaginarlo su instinto materno le decía que esa chica estaba dispuesta a darlo todo por hacer feliz a Sofía.

-Asi es jovencita, luego de que el castigo de Sofía termine podrá irte a visitar y deja de llamarme señora Miller para ti soy Elise nada de señora me haces sentir vieja dijo Elise sonriendo amablemente a las chicas

Fue una mañana agradable, llegó la hora de Felicity irse al hotel donde se hospedaba con la promesa de que volvería más tarde o al siguiente día, Elise decidió salir a dar un paseo y despejar su mente preguntándole a su hija que si la quería acompañar la cual se negó Elise sonrió sabiendo que su traviesa hija seguro aprovecharía para tener una cita con aquella encantadora mujer que ahora era su novia, se dió un baño y se poso Una camiseta blanca algo holgada, unos jeans y una chaqueta de cuero marrón.

Subió a su Mereces Benz negro descapotable recorrió algunas calles y carreteras sin un destino fijo solo necesitaba estar sola, no la soledad que siempre la acompañaba más bien una soledad más tranquila, una soledad en menos proporciones pensó mientras seguía una carretera cerca de la costa sintiendo

El aire golpear suavemente su rostro llegó a una pequeña playa que parecía que nadie había estado allí se estacionó y subió la capota junto con las ventanillas, bajo del auto cerrándolo con la llave para luego caminar por la arena eran como las 6pm, Elise camino por la arena tibia con sus tacones en mano y se sentó a la orilla del mar apreciando aquel atardecer el cielo azul teñido de rojo y mientras más tiempo pasaba y el sol estaba más cerca del horizonte los tonos cálidos se adueñaban del cielo que pasó a ser anaranjado tonalidades amarillas y pequeñas pinceladas rojas, el sonido el mar y las olas todo era perfecto.

Se sentía igual de sola o más bien envuelta en un espacio lleno de nada, no sabía que pasaría mañana pero era parte de empezar de nuevo pensó viendo cómo empezaba a oscurecer se levantó de piso sacudió la arena de sus pantalones y con sus tacones en mano camino a devuelta a su auto al llegar saco su llave de bolsillo y se puso en marcha.


La soledad en su máxima expresión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora