❀O5: "Empatizando con el enemigo"

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JungKook

No comprendía al cien el trauma que podría tener el chico que cayó desmayado enfrente de mí cuando fui a revisar la zona que me tocó para encontrar sobrevivientes y enviarlos al albergue. Sin embargo, al estar él solo, al lado de una casa consumida por las llamas, con temor de los militares era muy predecible que fue víctima de los ataques del ejército contrario. Temiendo que se despertara mientras aún estaba en mis brazos, con rapidez lo lleve al albergue después de identificar un par de sobrevivientes más, al parecer la mayoría que logró sobrevivir huyó ante un nuevo ataque.

Al llegar al lugar, deje al chico en una de las camillas que me señalaron las enfermeras. Se veía demacrado, con rostro hinchado por haber pasado horas del llanto incesante hasta que el cansancio le ganaba y lo obligaba a dormir, rastros de tierra y ceniza se apreciaban en su ropa y manos. Era joven, joven para perder todo pero eran tiempos de guerra.

Personas completamente solas de un día para otro habían cada día más y habrían más hasta que la guerra no diera fin.

Alejándome del chico, fui con mi coronel y le expliqué la situación del pueblo. Menos de 15 sobrevivientes se encontraron y llevaron al albergue pero todas las casas estaban completamente destruidas. Al contar los cuerpos sin vida a grandes rasgos podríamos predecir que una docena y media o dos de personas fueron las que decidieron migrar después del ataque.

Mandando a un escuadrón a investigar los alrededores del pueblo atacado de manera aleatoria, al parecer, sentí un mareo que me hizo trastabillar mientras caminaba en el albergue, por lo cual decidí sentarme en una de las camas asignadas para sobrevivientes.

¡Ugh!

Debía obedecer a mi cuerpo y dormir siquiera por un par de horas.

Siempre he tenido buena salud, pero últimamente el insomnio y la guerra me hacían imposible tomar siquiera una pequeña siesta, por lo cual, mi cuerpo en ese momento me exigía un descanso urgente al no haber dormido nada en los últimos casi 4 días. Ya sabia cuales eran las consecuencias de no obedecer a mi sistema, así que después de pedirle a una enfermera la camilla por un par de horas, gemí complacido cuando mi cuerpo se acomodó encima de la camilla. No era cómoda en demasía pero era mucho mejor que dormir en el suelo.

Después de minutos en los que solo me quedé observando el techo y contando en mi mente ovejitas pude, tal vez, conciliar el sueño y tener un buen descanso, entraba en un sueño profundo y la tranquilidad invadía mi mente. Pero, cómo siempre, todo es efímero.

Alcancé a escuchar un par de gritos en mi inconsciencia y poco a poco regresaba a la cruda realidad…

— ¡NO SÉ QUIENES SON! — una fuerte declaración se oyó de parte de algún lado de donde me encontraba y sólo pude gruñir bajito mientras mis ojos se abrían lentamente. Ardían mis orbes por no haber dormido lo necesario y mi cuerpo se sentía pesado.

— Agh — gemí levantándome de la camilla, tratando de disipar una parte de la enorme cantidad de sueño que inundaba mi sistema.

Observé a mi alrededor visualizando a un doctor con un par de enfermeras que ante la ida de al parecer el paciente que gritó, se dispusieron a seguirlo.

Intenté ponerme de pie a la primera, pero no funcionó y casi caía de frente al estar tan débil, de no ser por la enfermera a la que anteriormente le pedí permiso para ocupar la camilla que me tomó del brazo y ayudó a equilibrarme, volviendo a quedar sentado en la camilla.

— Gracias… — murmuré levemente sintiendo un nuevo mareo.

— No es nada — la joven dijo, hablando nuevamente cuando intenté ponerme de pie para ir hacia donde alcance a ver a los médicos desaparecieron. — Por favor descansa por más tiempo. Está fatigado, su cuerpo necesita un descanso.

— Necesito saber si el personal está bien. Debo velar por la seguridad de todos los que están en el albergue. — inhalando y exhalando, consiguiendo por fin librarme del repentino mareo, aclare y ella de pie enfrente de mí suspiró.

— No es nada de gravedad, sólo un chico que llegó aquí en la tarde, lo trajeron un escuadrón. Él había despertado hace un momento, su cuerpo ardía en fiebre a causa de una gran deshidratación y al parecer enorme cansancio mental por pensar que estaba en peligro de todas las personas, y más de los militares como los que atacaron su pueblo…

Oh…

Oyendo las explicaciones no pude evitar recordar al pequeño chico que me encargué de traer y…. ¡Mierda!

Sí él era el chico, debía de estar asustado en demasía ante tantos militares y personas desconocidas juntas en un solo lugar.

Sabía cómo se sentía en un nivel menor esa sensación y no era nada linda, así que tomando en cuenta su situación exigiendo un poco más a mi cuerpo me levanté de la camilla oyendo los casi reclamos de la enfermera, me quité la camisa de mi uniforme dejándome solo la playera blanca de abajo y —, ¿El chico por dónde se fue? — pregunté una vez que quite las únicas prendas militares que podía, ya que era imposible retirarme los pantalones.

Si el chico me veía por completo con el uniforme sería muy malo.

— Fue corriendo con dirección hacia los sanitarios — dijo con el ceño fruncido y yo agradecí con un asentimiento casi corriendo hacia el lugar.

No era bueno hostigar a una persona que lo más seguro tenía un trauma.

— Ah… ah… — jadeando me acerqué a los sanitarios observando el par de enfermeras y doctores acompañados de un militar que estaban fuera del lugar hablando, tratando de convencer al chico para que se decidiera a abrir la puerta.

— Joven, por favor abra. Si no recibe el tratamiento lo más rápido su cuerpo tendrá muchas consecuencias.

— Nosotros no deseamos hacerle daño, al contrario queremos ayudarlo.

Escuchando lo dicho por las enfermeras me aproximé hacia ellos observando al militar hacer una reverencia ante mi nivel.

— Mi general. Nosotros estamos tratando de-

— Estoy al pendiente de la situación — aclare mi garganta diciendo, consiguiendo la atención de los médicos. — Anteriormente tuve un contacto con el chico, así que creo es más seguro si yo trato de ayudarlo.

— Pero, mi general, él-

— Al ser muchas personas hablando le terminaremos causando un colapso por todo el miedo que debe de tenernos — interrumpí al médico que tenía intención de hablar y solo lo vi suspirar.

Él sabía que era cierto, después de todo, él estudió para ayudar a las personas y sabía mejor cómo tratar con las personas. Yo aprendí eso a la mala.

— Lo dejo a su cuidado, mi general.

Asentí y observando sus reverencias me aproximé más a la puerta del lugar oyendo el llanto del chico.

— No pasa nada, ya se fueron… Sólo estoy aquí afuera. Mientras esté yo nadie más se acercará, así que trata de calmarte — le dije tratando de suavizar mi voz, evitando sonar demandante. — Inhala y exhala. Oye mi voz, concéntrate en ella y olvida lo demás…

Un capítulo un poco más largo, nuevamente te doy tus créditos litosty gracias por ayudarme

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Un capítulo un poco más largo, nuevamente te doy tus créditos litosty gracias por ayudarme.

Espero que les guste, Meli_Gonz96.

Gracias por leer.

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