So Deep [En Proceso]

Sixth

Alessia no llegó a dormir anoche.

¿Dónde coño estaba? Peor aún, ¿Por qué no me había avisado absolutamente nada?

Mierda. Debí llamarla antes de irme a dormir, soy un asco como hermana. Ya era tarde, nueve de la mañana y aún no sabía nada de ella. Me desesperaba mucho estar sola, no disfrutaba ese sentimiento para nada y, menos la molesta idea en mi cabeza de no saber si volveria. Estaba tratando de contener mi angustia limpiando y organizando, era lo unico que podía relajarme cuando sentía mucha ansiedad acumulada. La perspectiva de ver todo organizado llegaba a calmarme, aunque fuera solo por un momento.

Me estremecí del susto al escuchar golpes en la puerta, tenía que ser ella, si no era ella... Joder, tengo los nervios de punta.

Me levanté del sofá, por el afán de hacerlo tan rápido sentí la presión en mi cabeza de un pequeño mareo que me hizo tambalear mientras corria hacia la puerta para abrir. Al abrir, la emoción por creer que era mi hermana llegó al subsuelo del departamento. No era ella, era Katie.

—¿Tan horrible soy?—me miró extrañada apartandome para poder entrar.

—No estoy para chistes—Cerré detrás de mí, acercándome al sofá para tumbarme en él de nuevo—¿Qué haces aquí?

—Vengo a estudiar para lo exámenes con tu hermana.

Creo que pudo notar mi mirada de pánico, no tardo mucho en reaccionar y preguntar—¿Qué pasa?—observó el departamento para tratar de comprender—¿Dónde está Ale?

—Quisiera saberlo—Me escuché a mi misma más preocupada de lo que pensaba—No durmió aquí, ni siquiera estaba cuando llegué del trabajo.

Trataba de contener todas mis emociones juntas para no llorar.

—Es Ale de quien hablamos, seguro se quedó a dormir con Coel y se olvidó de avisar—soltó sin preocupación, y sabia que lo hacia para calmarme—¿Ya le llamaste?

—¡La llamé toda la mañana y no contesta! ¿Te crees que si se hubiese quedado allá no respondería al menos?

—¿Le llamaste a Coel?—Seguia ocultando muy bien que estaba preocupada, tanto como yo.

—Me rechaza la llamada al instante.

—Hay que relajarnos, las malas noticias son las primeras que se saben.

—¡Eso no me reconforta Kat!

—Vale, vale, no hay que entrar en pánico y mucho menos gritar.

Estoy segura de que su intento de madurez y calma es porque yo me veo así tan desesperada, en otro tipo de circustancia Katie es de las primeras en exasperarse, está teniendo mucho autocontrol en esta ocasión. Y todo, porque sabe que con mi miedo es suficiente para perder la cabeza, así que no quiere hacer un peor ambiente.

Volvieron a sonar golpes en la puerta, esta vez fueron más suaves. Ambas nos giramos sorprendidas al instante que escuchamos. Mi corazón ahora latía más fuerte, no quería ver a ningún policía o algo, quería ver a mi hermana. Empujé a Katie por puro instinto al levantarme, y me dirigí corriendo a la puerta otra vez. Logré encontrar el aire y respirar al ver que si era mi hermana la que estaba al otro lado de la puerta ¿Y sus llaves? No, eso no importaba ahora.

—¡¿Dónde coño estabas?!—Fue lo primero que pensé en decir, antes de preguntar lo demás.

Ella no respondió hasta que entró del todo al departamento, se quitó los zapatos antes y, dejó su cartera en una mesita cerca de la entrada. Nos miraba confusa.

—Me quedé en casa de Coel, ¿Cuál es el problema?

—Te dije—Se unió Katie aliviada.

—Mírate tan tranquila—hablé molesta juntando mis brazos—¿No se te ocurrió por lo menos llamar?