Una persona normal en DC Super Hero Girls

Capítulo 6

Los días pasaron normales para los estudiantes de Metrópoli High School, clases aburridas, uno que otro partido de futbol, unas obras de teatro y ferias. Estos días parecían la calma antes de la tormenta y algo dentro de Loan le advertía de ello.

–"Se informa de una serie de robos realizados en distintas Joyerías en la ciudad, de momento la policía de Metrópolis en una colaboración con la policía de Gotham no han logrado hallar con el paradero de la autora de estos robos, Catwoman. En otras noticias en unos días se apertura la nueva exhibición de piedras espaciales en..."– se apaga el televisor.

–Sabes algo Loan, ¿Qué te parece Europa? Oí que en invierno nieva ahí– dijo Mary.

–Sabes que aquí también nieva ¿verdad? – Loan comento casi burlonamente ante la pregunta de su tía.

–Ermm si tienes razón jejejeje... Es que, que pensarías tu... no se... quizás... ¿mudarnos? –

Esa pregunta chocó a Loan, ya que su tía nunca le había planteado la opción a pesar de todas las cosas que pasaron en la ciudad.

–Eso... es repentino Mary.... ¿Por qué lo dices? –

–Bueno... estuve pensando que pasas mucho tiempo solo y esta ciudad es demasiado peligrosa.... Digo, ¿no crees que te vendría mejor un cambio de ambiente? –

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No podía entender porque Mary sacaba este tema de la mudanza, pasamos cuatro años viviendo aquí y, aunque ella pasaba la mayor parte del tiempo en otro continente, comencé a sentir que este podría ser mi hogar.

–Mmmm... para serte sincero me gusta estar aquí, sé que los ataques constantes de monstruos y villanos pero los superhéroes se encargaran igual que las Super Hero Girls. Además, igual no estarías en casa... –.

No era mi intención, pero dije algo que me prometí nunca decirle a Mary. Cuando aceptó acogerme también acepto la responsabilidad que corresponde ayudar a un niño que sufrió traumas: acompañarlo en sus sesiones de terapia, estar con él en las recaídas y calmarlo cuando tenga pesadillas. Ella sabía que necesitaba de su compañía luego de la muerte de mis padres, pero el trabajo le impedía hacerlo.

Sabiendo eso traté de mostrar toda la madures posible para un niño de 10 años, le dije que no se preocupe y que ayudaría en todo lo que pudiera. Y con una mirada triste se fue a la semana de haberme mudado.

–Yo... sabes que es mi trabajo...– dijo claramente afectada por mis palabras.

–*suspiro* Lo se Mary y no voy a pedirte que lo dejes o reprocharte... el tiempo que no estuviste, solo creo yo... siento que esta casa es mi hogar y me cuesta pensar en dejarlo y estar solo en un lugar desconocido–

Tuve que parar al escuchar sus sollozos, no era necesario ver su rostro para vislumbrar su expresión dolida.

Me acerqué a ella y le di un fuerte abrazo, eso la hizo romper en llanto y me correspondió el abrazo.

–Siento no estar presente constantemente y no poder hacer más...–

–No hay nada de que disculparse, gracias a ti estoy aquí y podemos vivir de manera tranquila, y aunque esta ciudad tiene sus cosas malas, también tiene sus cosas buenas. Conocimos a Pam–

–Supongo que tienes razón... Ay dios mío, soy yo la adulta y estoy siendo calmada por mi sobrino de catorce– soltó una ligera risa al final.

Luego del emotivo momento entre nosotros, comencé el trayecto a la secundaria junto a Pam, la cual sentía que algo había pasado entre Mary y yo, pero por cortesía no preguntó al respecto creo yo.