Beyblade Burst Alternate Legacy

30- Segundo limitador, Nicólastro y Ragnaruk (Infancia)

·Años antes·

Un micro volvía de Gibraltar, iba en dirección a España.

Dentro, en la planta alta del vehículo, estaba una familia... dos rubios gemelos, una madre de pelo blanco como la nieve cuya panza estaba inflada... el padre no estaba.

Como pueden imaginar por el título del capítulo esta era la familia de la Hoya, los rubios eran claramente unos pequeños Nicólastro y Free mientras que la bebé era Sarah y la madre Maia.

Free estaba mirando por la ventana aburrido mientras su hermano jugaba con el teléfono de su madre.

Al hermano malvado le apareció un vídeo en recomendados, una batalla beyblade.

– ¡Hola a todos, beybladers!! – habló el chico que narraba el vídeo

En el vídeo mostraban muchas rondas de un Spriggan vs Valkyrie.

– ¿Mh? – Free se quedó viendo el video junto a su hermano aunque este ni lo notó

Segundos después Nicólastro se dió cuenta de la mirada de su hermano y lo miró.

– ¿Sucede algo? –

– No... – Free desvió la mirada a la ventana

Una vez llegados a su casa Nicólastro empezó a investigar sobre ese juego de trompos de nombre beyblade... encontrando un montón de información.

– Wow, así que esto es considerado deporte... que extraño pero me gusta – rió Nicólastro – ¿Cuánto saldrá comprar uno...? Mañana le pediré a mamá –

Efectivamente al siguiente día Nicólastro le pidió un beyblade a su madre y ella reaccionó de la única forma posible...

– ¿Bri trompos? – preguntó Maia

– ¡No mamá! Beyblade – se quejó Nicólastro – ¿Me compras uno? –

– ...En el viaje te portaste bien así que quizá tengas lo que quieres –

– ¡SI! – gritó Nicólastro mientras se iba

Pocos días después Maia le entregó una caja de regalos a Nicólastro...

Al abrirla vió que ahí había un Ragnaruk junto con un montón de piezas, además de un lanzador de cuerda y un grip.

Desde lejos Free observaba con... ¿Envidia?

Nicólastro empezó a salir a las plazas a jugar beyblade, ahí conoció a cierto par...

– ¡Ay eres muy buena! – rió una pelirroja al ver las piezas de su bey tiradas en el estadio

– No lo digas así... – murmuró una chica de pelo azul – Es que tú debes practicar más –

– No seas modesta, eres muy buena – rió la pelirroja

Nicólastro no sabía cómo acercarse... solía alejarse de las chicas por miedo ¡Pero esta vez dió un paso al frente!

– Ho...la – Nicólastro se rascó el brazo con nervios

– ¡Hola! – dijo la pelirroja

– ¿Umh...? – murmuró la de pelo azul – Eres el hermano de Free ¿No es así? Te reconocí por ese pelo negro –

– Vaya, conoces a mi hermano, que casualidad – rió Nicólastro

– ¿Free era...? – murmuró la pelirroja – ¡Ah, el chico rubio de la escuela! –

– Emh... ví que jugaban beyblade – Nicólastro sacó su bey mientras se seguía rascando el brazo, era un tic nervioso

– Oh ¿Quieres luchar? – preguntó la de pelo azul mostrando un Gaia – Soy Sasha ¿Y tú? –